El Boca que llegó a los tumbos dejó fuera de competencia al Racing de andar arrasador y se clasificó a la final de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol, donde espera al ganador del partido que disputarán mañana Argentinos Juniors y Tigre.
En el estadio de Lanús, La Academia fue superior a lo largo de los 90 minutos de juego, pero le faltó la contundencia que tuvo durante gran parte del torneo para desnivelar el marcador. Y Boca, que siempre es Boca, acudió a un viejo y exitoso recurso de sus tiempos de gloria para dejar terminar celebrando: los penales.
Rossi se lo atajó a Copetti e Insúa falló su remate. Del otro lado, Chila Gómez le tapó con el pie su disparo a Salvio, pero no pudo con el de Alan Varela que sentenció la historia en la cancha de Lanús con un 6-5 en su favor.
«Estamos a 90 minutos de otro título, este grupo se lo merecía por cómo veníamos jugando. El penal a Copetti fue especial porque el año pasado él hizo el definitivo. Ahora venía de patear dos veces a la izquierda, era cuestión de pensar y adivinar. Estoy muy feliz», señaló el propio Rossi, uno de los héroes de la tarde, finalizado el encuentro.