En una gran exhibición, y con Rod Laver como testigo en la pista que lleva su nombre, el suizo Roger Federer apartó de su camino al checo Tomas Berdych por 6-2, 6-4 y 6-4, y alcanzó los octavos de final del Abierto de Australia.
Por cuarta vez y por segundo año consecutivo, Federer se impuso a Berdych en el Melbourne Park. En esta ocasión con un tenis sublime, pleno de recursos técnicos y con rápidos desplazamientos para sellar su victoria en 90 minutos.
El suizo culminó su obra con ocho saques directos, y un bestial 95 por ciento de primeros servicios con los que mantuvo su saque inabordable, sin una sola ocasión de rotura. Sus 40 golpes ganadores, con únicamente 17 errores no forzados, demolieron la resistencia de Berdych.
«Siempre siento que ante los mejores jugadores mi juego sube de nivel», dijo Federer, que saludó y agradeció la presencia de Laver en la pista. «Esto es por lo que me entreno duro, y vale la pena, es genial. Creo que estoy listo ahora», señaló el suizo después de permanecer seis meses parado y disputar solamente la Copa Hopman en Perth como preparación para este Grand Slam.
Federer había ganado antes a Berdych en estas mismas pistas en 2008, 2009, y el año pasado, pero nunca de esta forma tan contundente. El suizo se enfrentará en octavos con el japonés Kei Nishikori que despachó al eslovaco Lukas Lacko, por 6-4, 6-4 y 6-4 en dos horas y 11 minutos.