La experiencia de Joaquín Alcorta, el juninense radicado en Nantes, Francia, durante el último partido disputado por la Copa del Mundo llevó a Junin24 a encontrar una misma situación aunque a la inversa. Un ciudadano francés, en la Argentina, siguiendo el cotejo deportivo y rodeado de camisetas celestes y blancas.
El contacto fue, precisamente Joaquín Alcorta ya que un compañero de trabajo tenía a su hijo, Florian Boudaud, recorriendo América y dio la casualidad que aquel 18 de diciembre, a las 18 horas, el joven francés se encontraba en Arístides en Mendoza, “la calle más conocida para ver partidos”.
Había llegado allí a partir de un “grupo en Facebook –Los franceses en la Argentina-, decían que era la mejor para encontrarnos”.
Así comenzó aquel histórico partido. “al inicio –cuenta Florian-, el equipo de Francia fue tan malo que los argentinos no se preocupaban por nosotros”. Pasaron los minutos, “y con los dos goles de Mbappé, todo cambió”. Es más, “en el segundo gol no pude contenerme y todos los ojos se volcaron al grupo de franceses”, y no eran buenos, precisamente.
La reacción sin dudas fue por supervivencia. “Cambiamos de bar, en la misma calle, para seguir el tiempo extra y los penales. Después, hicimos la fiesta con los argentinos y todo fue muy agradable. Claro que si el resultado hubiera sido diferente…no sé qué podría haber pasado”.
Uno de los amigos de Florian no podría contar lo mismo. “Tenía una camiseta de la selección francesa y lo golpearon durante el partido” y para evitar otros incidentes, terminó cambiándosela por una argentina. Para Florian, “el futbol te puede volver loco” pero “haber visto la final en Mendoza fue una experiencia increíble y puede apreciar el afecto que los argentinos tienen para con su equipo nacional”.
Siempre recordando lo vivido aquella tarde de diciembre en un bar mendocino, y con mucho humor, cerró diciendo,”…pero la próxima es para nosotros. Ojalá!
Hoy, el joven francés se encuentra en Bolivia. Decidió recorrer Sudamérica. Empezó en Brasil. Ya pasó por Paraguay, Uruguay, Argentina y Chile. La casualidad quiso que parte del mundial de fútbol lo transitara por nuestro país y se enfrentaran su país y el nuestro.
Pero no podemos dejar de lado que mientras un juninense en Nantes siguió el cotejo rodeado de franceses, sin necesidad de cambiarse la camiseta para no pasarla mal, acá no pasaba lo mismo. ¿Algún día aprenderemos? Como dice Florian, “Ojalá”.