Es la hora. Llegó el momento. Tras asegurarse el primer puesto de la Superliga, el domingo con su triunfo ante Unión, Boca tendrá la gran chance de consagrarse bicampeón del fútbol argentino, algo que en torneos largos no se da desde 1965 cuando el club de La Ribera estableció esa última marca. Para eso deberá al menos empatar con Gimnasia (a las 19.15 por TNT Sports), por el partido postergado de la fecha 25.
Aquel domingo 29 de abril la lluvia torrencial que cayó sobre La Plata no le permitió al sistema de drenaje del estadio del Bosque sacar toda el agua que había caído. Ese día tampoco pudieron jugar Racing, en Avellaneda, ni River, en Núñez. Y si bien la lluvia no paró nunca en Buenos Aires, al menos el tiempo dio tregua para que esta tarde haya fútbol. Y, por qué no, el festejo de un título.
Guillermo y Gustavo Barros Schelotto, la dupla técnica del líder del torneo, pondrán sobre el césped a sus mejores hombres disponibles. Antes del partido, surgió un cambio de último momento, por lo que Boca saldrá con Agustín Rossi en el arco, una línea de cuatro con Leonardo Jara, Santiago Vergini, Lisandro Magallán y Emmanuel Mas (Frank Fabra, con molestias); un mediocampo con Wilmar Barrios y sus laderos Pablo Pérez y Nahitan Nández; un Carlos Tevez más liberado y con el poder ofensivo de Cristian Pavón y Ramón Wanchope Ábila.
Enfrente está Gimnasia, sin aspiraciones de acceder a los certámenes internacionales ni comprometido con el descenso. Con 23 puntos, producto de apenas seis victorias y cinco empates, es uno de los equipos que más goles recibió en el torneo: hasta ahora son 41, apenas tres menos que Temperley y siete menos que Olimpo, ambos ya con destino sentenciado de B Nacional.