Con ocho años salió de recorrida por los clubes del barrio esperando que le hicieran lugar para jugar a la pelota. Las respuestas fueron siempre las mismas. Que los nenes le iban a decir cosas, que se podía lastimar. Que ella era una nena -como si no lo supiera- y que las nenas con las nenas.
La insistencia de Guadalupe Miño tuvo el premio que a muchas otras nunca les llegó, porque nueve años después que le cerraran tantas puertas esta afianzada en el plantel de Argentinos Juniors que en diciembre se va a jugar el ascenso a Primera División, pero además porque en la última convocatoria, con vistas a un Sudamericano que volvió a postergarse, se convirtió en la única representante de la Primera B en la Selección Argentina Sub-17.
Fueron dos semanas de entrenamiento y convivencia en la burbuja montada en el predio de Ezeiza, hasta que llegó la noticia que había estado rondando, amenazante, durante los últimos días de preparación. El Sudamericano a disputarse en Uruguay volvía a aplazarse, esta vez hasta enero del año próximo. Con el bajón, llegó el cambio de chip para la joven delantera que a partir de ese momento quedaba liberada para prepararse a pleno para jugar los cuatro partidos por el ascenso con Las Bichas.
«A nosotras ya nos habían avisado. Entonces, teníamos en la cabeza que se podía llegar a jugar, pero en realidad no había tantas chances. Obvio que yo también venía medio bajoneada porque se venían partidos importantes para el club y no le iba a poder cumplir; pero a la vez sabía que tener la posibilidad de jugar un Sudamericano a mí me iba a dejar una marca«, le contó Guada Miño a Junín24 Fútbol Femenino.
Así también lo había entendido el cuerpo técnico de Argentinos, con Franco Bertera a la cabeza, ya que lejos de querer retenerla la animaron a ir en busca de esa oportunidad de ganarse un lugar en la Selección después de otras dos convocatorias en las que no había podido rendir por haber tenido la mala fortuna de lesionarse en la previa.
«La verdad que ellos siempre quieren lo mejor para mí, entienden que la Selección tiene que estar primero y querían que yo logre ir al Sudamericano. Yo tenía esa doble sensación de decir me pierdo esos cuatro partidos. Y ellos me decían que ni lo piense, que me enfocara en el Sudamericano», remarcó.
Por eso para ella será un poco menos difícil que para las demás terminar de asimilar que no habrá competencia con el seleccionado de momento, ya que podrá agradecer toda esa confianza defendiendo la camiseta de Las Bichas en los cuatro partidos más importantes de su historia futbolística.
«Ya estoy pensando en estos cuatro partidos, en mejorarme, porque me volví de allá con una contractura bastante dolorosa. Pero quiero recuperarme, seguir entrenando con las chicas porque me costó adaptarme de nuevo. Y pensando en esos cuatro que se nos tienen que dar. Ya arranqué a entrenar desde el lunes (de la semana pasada). Fue importante para despejar. Lo que pasa es que las chicas ya estaban entrenando desde hacía dos semanas, entonces también me costó un poco. Además no podía dar el cien porque había cosas que no podía hacer porque me molestaba la pierna», dijo la delantera que juega por las bandas.
Franco Bertera define a Guadalupe Miño como una delantera con mucho futuro. Picante, potente, con gran pegada y la vocación de ir siempre para adelante. Y ella le concede al DT todo el mérito de haberle encontrado la posición en la que mejor puede explotar todas esas cualidades. «Antes yo jugaba de nueve y cuando llegué a Argentinos después de un tiempo me tiraron más hacia la punta. Creo que fue lo mejor que Franco pudo haber hecho, porque ese era mi puesto y yo no me daba cuenta», aseguró.
Y agregó: «En Atlas jugaba de nueve, pero abanico. De acá para allá. De extrema estoy muy cómoda porque me gusta mucho correr y tirar centros, más asistir que meter goles. Tendría que mejorar un poco el hecho de poder jugar por las dos puntas, porque todavía me falta zurda».
Ahora que volvió a entrenarse con Argentinos después de mucho tiempo, el objetivo de la delantera, y el de todo el equipo, será retomar las cosas dónde las habían dejado hace ya más de siete meses, cuando se alzaron como el mejor de la fase regular del campeonato de Primera B. «Cuando te ponés a pensar por ahí decís pucha, todo lo bueno que hicimos en qué quedó. Pero lo que siempre tuvimos presente es que los partidos, sobre todo si es por el ascenso, los tenemos que jugar. Mucho menos queríamos ascender sin jugar los partidos. Ahora estamos pensando en hacerlo tan bien como lo hicimos, incluso en superarnos y lograr lo que queremos», señaló.
Como para Guadalope Miño todo transcurrió a gran velocidad desde que las puertas que se le cerraron a los ocho se le abrieron en Atlas a los 15. Y después en Argentinos. Y ya tres veces en la Selección… En tres meses pueden definirse demasiadas cosas para ella, que por suerte es dueña de una tranquilidad que lo hace transcurrir todo paso tras paso.
«Hay muchísimo por delante de acá a enero. Me imagino yéndome a Uruguay. Pero hay muchísimo trabajo que hacer antes de eso. Todavía tengo que ganarme un puesto en la Selección, tengo que jugar los partidos por el ascenso con Argentinos y ver qué pasa. Recién ahí llegaremos a enero», dijo.
Y yéndose todavía un poquito más allá, agregó: «La verdad que no pienso en irme a ningún otro lado. Antes de la cuarentena por ahí lo pensé, en base a muchísimas propuestas que aparecieron de equipos que ni yo me esperaba. También para salir del país. Pero tengo pensado ascender con Argentinos, tener esa marca en mi carrera. Es una meta que me puse y todavía no cerré. Entonces no quiero dejarlo por la mitad. Y si se puede llegar a lo más alto con el club, sería lo ideal».
Por Juani Portiglia
