En Perú, el mes de julio se hizo más largo que de costumbre. Por lo menos, así lo vivieron los hinchas futboleros, que quedaron a la espera de lo que decida Ricardo Gareca. El DT argentino llegó en la noche del miércoles a Lima para definir su continuidad como DT del seleccionado, luego de disfrutar un mes de vacaciones.
Gareca arribó por la noche, procedente de Buenos Aires y en medio de gran cantidad de periodistas e hinchas que le pidieron que acepte continuar en el cargo. El Tigre clasificó a Perú para el Mundial de Rusia 2018 cortando una sequía de 36 años sin títulos.
El entrenador declaró que volvió a la capital peruana para cumplir su promesa de estudiar una propuesta para mantenerse durante cuatro años más al frente de la selección de ese país, con el objetivo de lograr la clasificación a Qatar 2022.
Juan Carlos Oblitas anticipó que intentará convencer a Gareca de que continúe en la selección peruana. (EFE)
Oblitas anticipó que la prioridad de Gareca es seguir en Perú, pero advirtió que el entrenador está preocupado por un escándalo de corrupción judicial que salpica al presidente de la FPF, Edwin Oviedo.
El director deportivo reconoció que Gareca y su cuerpo técnico están «muy nerviosos» por la estabilidad de la Federación, cuyo presidente presuntamente llevó a Rusia 2018 a un cuestionado juez supremo, líder de una red de corrupción judicial, en paralelo a un fallo que congeló una investigación en su contra por dos asesinatos.
Oblitas remarcó que lo más importante para él es la continuidad de Gareca al frente de la selección y del resto de proyectos deportivos trazados hace ya casi cuatro años.
Tras su participación en la primera ronda del Mundial de Rusia, la selección peruana ya tiene pactados dos partidos amistosos en Europa, ante Holanda y Alemania, el 6 y 9 de septiembre, respectivamente.
