Uno, Independiente, no gana hace dos partidos. El otro, San Lorenzo, acumula dos victorias en fila. Las realidades por Avellaneda y Boedo son distintas, está claro, pero el objetivo para ambos es el mismo: quedarse con los tres puntos para así mantener vivo el sueño de jugar la Copa Libertadores 2019. Así está planteado el duelo de esta noche entre el Ciclón y el Diablo, pendiente de la 15ª fecha de la Superliga.

Las cuestiones del calendario hicieron que este encuentro se postergara por dos meses: originalmente estaba pautado para principios de febrero, pero fue reprogramado porque en ese entonces Independiente estaba disputando la Recopa ante Gremio. Ahora bien, pasó el tiempo, pero el objetivo no cambió: los dos están muy lejos de disputarle la punta de la Superliga a Boca, por lo que la prioridad pasa por terminar el torneo en puestos de clasificación a la Libertadores del año que viene.

Independiente contará con un regreso a la titularidad, el de Martín Benítez, recuperado de un desgarro, pero también tendrá una baja de peso, la de Maximiliano Meza, que sufrió un desgarro en el isquiotibial derecho.

En San Lorenzo volverá a estar ausente Fernando Belluschi, que no se recuperó de una tendinitis. Además faltarán Marcos Angeleri -molestia muscular en el cuádriceps izquierdo- y Leandro Romagnoli -Biaggio le da descanso, aunque podría estar en el banco de suplentes-. ¿Quiénes jugarán? Paulo Díaz y Rubén Botta. ¿La explicación? Los de Boedo están en medio de una seguidilla de cinco partidos en quince días -el primero fue Lanús-, que incluye la ida de la primera fase de la Copa Sudamericana ante Atlético Mineiro, la semana que viene.

Eso sí, los de Avellaneda tienen el mismo inconveniente: en el lapso de dos semanas jugarán con los tres primeros de la Superliga (San Lorenzo, Talleres y Boca) y recibirán a Corinthians, por la Copa Libertadores.