El próximo 8 de julio, cuando la campeona mundial juninense Anahí López vuelva a salir a escena, la música de Indiga Bless acompañará su caminata rumbo al ring como última dosis de empoderamiento antes que el destino vuelva a estar en sus manos. Sin saberlo hasta que el empuje de un grupo de amigas hizo la magia que las conectó en redes sociales, boxeadora y artista habían sido hechas una a la medida de la otra. Y viceversa.
El barrio como punto de partida y ancla cuando toca volver a conectar pies y tierra. El grito de guerra que brota desde las entrañas y hace ir para adelante. La humildad como eslabón para hacer interminable la cadena de favores. El poder hecho rima y el poder hecho gancho al hígado. La predisposición a bailar, siempre bailar, incluso si la cosa se pone espesa.
-¿Cómo se gestó toda la movida para que Anahí López termine eligiendo tu canción para salir al ring en su próxima pelea?
-Fue medio loco, porque mis amigas compartieron el tema y la mamá de una amiga lo compartió pero etiquetándola a ella. Por ser el tema guerrero y por ser mujeres le recordó a Anahí y toda su historia. Ella reaccionó, le dio me encanta que ya fue un montón. No pretendíamos nada. Nuestra meta era que lo comparta. Y ella enseguida comentó qué bueno, pásenme el número así entro a la pelea el 8 con ese tema. Lo compartió por todas sus redes. Yo tenía dudas, a mis amigas les decía bajen un poco porque capaz no se confirma. Y después me mandaron las capturas de que ella misma lo había anunciado en su Facebook.
-Entonces no se conocían personalmente… ¿Hubo comunicación después?
-Sí. Ella le mandó un Whatsapp a mi amiga y le dijo que me comparta su número. Obviamente le mandé para agradecerle porque es un montonazo. Imagínate que yo para ese video quería poner a dos pibas boxeando en el videoclip, pero no dio el presupuesto jaja.
-Para el próximo le decís a ella y listo…
-¡Obvio! Imaginate que tiene una humildad increíble. Cuando hablamos por Whatsapp me dijo no es una ayuda, vos te lo merecés y tenés talento. Ese mensaje fue súper positivo, diciéndome que le meta y que confíe porque los sueños se cumplen y lo voy a lograr. Entonces es un montonazo que vaya a sonar mi tema en su pelea, que es un sueño y mi idea mejorada porque yo iba a hacer un video con actrices peleando y ella es la campeona mundial… Y es de Junín. Además de eso, gané a una persona que me dijo muchas palabras de aliento y eso está buenísimo.
-En los grandes eventos de boxeo, ahora imposible por la pandemia, su usa mucho acompañar al boxeador o la boxeadora cantando en vivo. ¿Te imaginás?
-¡Me muero! No puedo vivir ese momento. ¡Me encantaría!
-En una primera aproximación a tus canciones, quien no te conozca personalmente puede empezar a entender quién es Indiga Bless. Hay mucha historia, mucha vivencia. Se nota que nada de lo que decís es ficcionado…
-Es así. Y por eso manejo esa versatilidad de decir si tengo que hacer una cumbia la hago y si tengo que hacer un tango también. Porque en realidad escribo y acorde a eso elijo el ritmo que quede más lindo. En el caso de Vacilona estoy súper enojada pero en realidad no me afecta, sino que solo quiero que me dejes en paz. Entonces puse un reggaetón, como diciendo está todo bien, bailemos y alejate. Y así pasa mayormente con mis temas. Nunca escribí nada que no viva, que no sienta.
-El Kabrón y La Lora de Vacilona tienen destinatarios específicos entonces…
-El Kabrón se desencadenó por una frase que me dijeron y me dolió, así que tiene destinatario directo. En Vacilona fue por una persona de la que me molestaron cosas, pero después fueron también secuencias que le fueron pasando a amigas, a personas de mi alrededor. Y dije bueno, yo tengo la voz y yo escribo. Voy a contar esta historia y voy a hablar en primera persona, para defenderme y defender a mis amigas.
-¿Esa frase que te dolió fue en contexto de una batalla?
-En batalla no, porque no compito desde hace un montón de años. Fue algo referido a la música. Yo trato de no hacerlo con cualquier persona. Si comparto un tema con alguien es porque lo siento, porque me gusta su música. Me habían hablado de hacer un tema con otra mujer y yo no quise, porque no me sentía cómoda. Me dijeron ay, porque vos solo querés hacer música con hombres. No era así. Ahí salió el si no hago feat con mujeres no es porque elijo al varón. Y fíjate que en Vacilona digo ya le tire al Kabrón, forra llegó tu hora. Los encajé a los dos juntitos.
-¿Hay muchas rivalidades en la escena del rap en Junín o gana el tirar para el mismo lado en pos de ganar visibilidad y difusión?
-Hay un poco de todo. Igual está en la cabeza de cada uno, porque creo que lo que uno piensa lo atrae. Yo por ahí antes pensaba nadie difunde mis temas, por ahí no les gusta o son competitivos… Cuando me saqué ese peso de mi cabeza y dije yo merezco esto, me esfuerzo por mi música… Cuando yo decidí que valía la pena, el resto decidió que valía la pena. Por eso hay tanta movida ahora. Tengo la gente correcta a mi alrededor. Mis amigas están haciendo una movida terrible. Es tener la gente correcta en el momento correcto.
-¿Es una ciudad difícil para romper el círculo de quienes hacen y consumen rap y llegar a otros espacios?
-Yo amo Junín y a un montón de su gente. Pero cuesta difundir, encontrar los apoyos. Cada cual está en la suya y el resto no importa. Ahora se movió un poco y pasó esto de Anahí que también es muy loco. Cuando lo comparte una persona que triunfó, ahora sí le prestan atención. Todos salimos de abajo. Yo trato de difundir desde el que vende panes hasta el que rapea, porque creo que es un colectivo en el que si todos nos apoyamos, todos ganaríamos. Eso está re bueno. Yo tengo gente atrás, amigas apoyando que son unas grosas y eso es un montonazo.
-Por una de tus canciones supe también que sos mamá. ¿Cómo se hace para repartir el tiempo entre el trabajo, los hijos y esa búsqueda de ir cumpliendo metas en la música?
-Soy mamá de dos niñas que viven conmigo y un niño que vive en Chivilcoy con su papá. Imaginate que nosotras estamos las tres solas acá, no tenemos familia. Entonces no es que puedo decir bueno, van un rato con mi mamá y yo escribo. Es estrés, es llanto, es enojo… Y es un montón de cosas hermosas también, porque mientras ellas están haciendo la tarea yo estoy repasando unos temas. De repente me trabo y ellas me tiran una palabra, una idea, una línea… Hacen Tik Tok con mis canciones. Lo vivimos bien porque son muy compañeras. Pero sí es recontra difícil porque estamos en pandemia, yo soy empleada gastronómica y quedé sin trabajo. Hay que autogestionar, traer la comida como sea y se achica muchísimo el tiempo para estar haciendo arte por más que para mí sea importante y que sienta que en un futuro pueda llegar a ser bueno para nosotras.
-¿Qué te trajo de Chivilcoy a Junín?
-Vine por una competencia de rap. Venía siempre a visitar amigos que acá rapeaban. En esa competencia conocí a una chica, Aylu, que hoy es una de mis mejores amigas. Le conté mi historia, que allá en Chivilcoy estaba sin trabajo porque hubo una crisis re importante, no conseguía casa… Me vine para acá y ella sin conocerme me dijo bueno, algo vamos a hacer. Fuimos a un chino a comprar y había un cartel que decía se busca cajera. Le dije al Chino yo soy cajera. ¡Mentira! ¡Nunca! Y me dice bueno, mañana venís. La miro a Aylu, que ahora la amo pero no me conocía, y me hace seña de que sí. Dije bueno, para estar allá en la calle y sin trabajo mejor me vengo acá a la calle con trabajo. Cuando salgo me dice te quedás en mi casa. Yo le dije cómo me voy a quedar en tu casa, no me conocés. La familia de ella me abrió las puertas y me quedé acá. Primero por trabajo, después porque me enamoré de la ciudad. Me fui dos veces y me volví porque siento que este es mi espacio, que yo nací en otra parte pero que esta es mi ciudad. Me encanta, siento que la gente va a mi ritmo. Que el ritmo de esta ciudad es para mí.
-Hay algo que siento que te conecta con Anahí y es el barrio. Ella siempre tiene presente al San Jorge, lo representa. Y el barrio vive con mucho orgullo el hecho de que ella sea campeona. Vos también hacés referencia a tu barrio. ¿Cuál es y qué significa para vos?
-Mi barrio es el FONAVI allá en Chivilcoy. Está mal visto. Se dicen muchas cosas feas del barrio porque los pibes están tomando un vino o porque están en la esquina. Hay problemas con la policía. ¿Por qué? Porque hay pobreza, hay mucha humildad. Y no hablo de robos, sino de que la gente está en una situación en que necesita aliviar un poco eso y lo alivian juntándose, haciendo un asado, tomando un vino, buscando estar tranquilos. Mis recuerdos del barrio son que nadie se me iba a acercar y nadie me iba a tocar, porque son todos mis tíos prácticamente. No de sangre, sino porque allá soy Nai. Mi nombre es Naiquén y quién va a tocar a Naiquén. Nadie. Aunque esté re mal visto el barrio, los nenes están jugando y nadie los va a tocar. Para mi es eso, es familia. Es difícil la vida en el barrio, pero se hace llevadero por la unión que hay. El hecho de decir que hace unos años, antes de venirme, los chicos me decían Rasta, vení. Tirate un freestyle… Y que ahora estén mandándome videos escuchando mi tema, subiendo y comentando, está re bueno. Si llego a algún lado me encantaría comprarme un departamento y volverme a mi barrio.
-Ese enamoramiento que, decís, tuviste con Junín, ¿lo podés identificar también con algún lugar específico?
-Yo tengo mi grupo de amigas, que es lo que más extrañaría si me voy. Por lo demás, es a nivel de ciudad, a nivel energético. Siento que estoy en mi zona. Allá en Chivilcoy no me pasa sentirme tan cómoda, pero será porque nadie es profeta en su tierra. Allá soy Naiquén y ya no hay mucha posibilidad de meter mi carrera ahí. Pero acá la gente activa. Ahora es pandemia, pero la gente en verano o invierno en Junín anda. Allá la gente es más de su casa. A mí me tira más el movimiento.
-En Te quiero ver encontré una canción con mucha fuerza, que empodera. ¿Qué sentimientos, qué cosas te llevaron a escribirla?
-Ese tema lo escribí el primer año que estuve acá en Junín. Está subido hace poco porque perdí mi canal y lo volví a subir. Estaba en una relación fea. Vivía con él, estaba sola. No conocía a nadie. Y fue como mi manera de ayudarme y de recibir las palabras que necesitaba escribiendo un tema para mí. Escribí ese tema, lo grabé y cuando estuvo listo lo escuché y logré separarme. Por eso sentí que era importante y que capaz a otra mujer le pasa lo mismo al escucharlo.
-Re loco que lo hayas escrito para vos, porque es muy para todas…
-Es que en realidad yo creí que estaba escribiendo un tema para alguien. Pero cuando lo escuché supe que era una parte mía que me decía qué estás haciendo, ándate. Como que las palabras que no podía recibir de nadie, porque no tenía a nadie cerca, las recibí de mí misma, de mi parte de rapera.
-¿Te relacionás con movimientos o agrupaciones feministas acá en Junín?
-En ese sentido yo estoy muy sola. Me manejo tratando de ayudar a todas las personas que puedo. Las personas que más me ayudan a mí son las chicas de la Asamblea Transfeminista. También en el FEMI y con MultiExpresivas me invitan a rapear. No tengo mucho contacto. Tengo contacto con muy poquitas que me ayudan un montón. Pero mucho más no puedo decir, porque estoy siempre acá en casa sola con las nenas. Trato de ayudar en lo que puedo por mi cuenta y ya. No estoy en ninguna agrupación ni nada.
-¿Cómo empezás a rapear?
-Empecé por acompañar a mi prima a una competencia, yo nada que ver con la cultura. Tendría 20 años. Dije uy, está re bueno. Pero nunca me imaginé hacerlo. Nos empezamos a juntar con mi prima que sí rapeaba, tiraba freestyle, competía. Y ella me dice fíjate porque lo hacés bien. Me empecé a juntar, con los chicos de la Triple C de Chivilcoy, que son una crew de raperos y empecé a tirar freestyle y competir. Ya cuando me vine para acá, que no conocía a nadie para juntarme, dejé de hacer freestyle y me puse a escribir.
-¿Para quién puede hacer freestyle después es más fácil escribir una canción o es al revés, por llevar la canción todo un proceso de producción?
-Eso lo hemos hablado con mis amigas y varía dependiendo de la persona. A mí lo que me pasó fue que no soy buena en el freestyle, sinceramente. Puedo sostenerte dos vueltas y ya está. Antes te rapeaba cinco horas. Ahora ya dejé de hacerlo entonces no lo puedo sostener. Pero la herramienta de aprender primero el freestyle me sirvió porque en mis temas yo improviso el estribillo, por ejemplo. Me pongo a improvisar arriba de una pista, improviso un estribillo y a raíz de eso ya te escribí el tema. Básicamente es freestyle escrito, porque de verdad te digo que un tema lo escribo en cinco minutos. En vez de largarlo por la voz, lo largo escribiéndolo. Y tengo amigos que me han dicho que al revés, que hay freestylers grosos y no pueden escribir. Personas que escriben temas y no pueden freestalear...
-Ahora que supe que te llamás Naiquén, vi también una gran variedad de nombres: Indiga Bless, Tía Indi, Indi420…
-Tengo un montón de personalidades y les puse nombre, jaja. El 420 lo puse para que quede claro que represento al autocultivo y que estoy recontra a favor de que se legalice y despenalice. 4/20 es el día que festejamos. Estoy totalmente a favor, de acuerdo con que legalicen la marihuana. Es necesario por salud, física y mental. Indiga me decían cuando empecé a rapear y Bless lo agregué acá, para hacerme un Face básicamente, y me quedó. Como que para todos quedó que me llamaba Indiga Bless.
-¿Hay proyectos en puerta?
-Se vienen tres temas de colaboración. Una cumbia marihuanera con mi amigo Pancho Maluco. Se viene un trap con Gery-B y se viene un RKT con Rústico. Pronto. Y voy a hacer un Tecno con El Vago Techno, de Sound Project.