Se habían ilusionado los fanáticos del tenis argentino con ver este lunes a Juan Martín Del Potro como número tres del mundo. Siguieron durante toda la semana pasada lo que ocurría con el tandilense en el Abierto de Los Cabos y con el alemán Alexander Zverev, dueño de ese tercer lugar, en Washington. Al final, una sanción que la ATP le impuso al argentino no le hubiera permitido llegar al top 3, incluso antes de conocerse el desenlace de esos dos torneos. Pero Delpo tendrá otra chance en el Masters 1.000 de Toronto, en el que se le presenta un escenario muy favorable para transformarse en el nuevo escolta de Rafael Nadal y Roger Federer.
Sobre el cemento canadiense, Del Potro defenderá apenas 45 puntos que sumó al caer el año pasado en la segunda ronda ante el local Denis Shapovalov. Zverev, en cambio, llega al torneo como campeón defensor -en 2017 venció en la final a Federer para sumar su segundo Masters- y deberá repetir el festejo para no perder unidades.
Zverev alza el trofeo en Washington, donde retuvo el título. (Foto: EFE)
Hoy en el ranking los separan apenas 210 puntos. El alemán, que se coronó este domingo en Washington al superar por 6-2 y 6-4 al australiano Alex de Minaur, sigue tercero con 5.665. Y el argentino, que cayó en la final de Los Cabos por 6-4 y 6-2 frente al italiano Fabio Fognini, está cuarto con 5.455.
Así, Delpo tiene muy buenas posibilidades de desplazar a Zverev y llegar a su mejor posición histórica.
Para conservar su lugar en el ranking, al alemán no le queda otra opción que revalidar el título -con lo que mantendría sus 5.665 puntos- y esperar que Del Potro no llegue a semifinales. Metiéndose entre los cuatro mejores, el tandilense sumaría 5.770 puntos y lo superaría.
Pero también sin llegar a esa instancia el argentino podría quedarse con el número tres. Es más, incluso perdiendo en el debut, con lo que mantendría sus 5.455 unidades actuales, obligaría a Zverev a gritar campeón. En ese caso, al germano no le alcanzaría ni siquiera con ser finalista, porque terminaría con 5.265 puntos y caería al cuarto lugar.
Eso sí: más allá de lo que ocurra con Zverev, hay un tercero en discordia con una mínima chance de frustrar a Delpo. Es el búlgaro Grigor Dimitrov, actual número 5 del ranking. si gana el torneo y el argentino no llega a cuartos de final, lo superaría y haría imposible su acceso al número 3 esta semana.
El sorteo del cuadro le hizo un pequeño guiño a Zverev. Porque por la ausencia con aviso de Roger Federer, el alemán será el segundo favorito y jugará en la parte inferior del cuadro. Mientras que sus dos grandes rivales, Nadal y Del Potro, aparecen en la mitad superior. Los tres arrancarán en la segunda ronda.
El alemán debutará ante el español David Ferrer o el estadounidense Bradley Klahn, proveniente de la clasificación. En su horizonte aparecen posibles cruces con Jack Sock (13°) en octavos, Dominic Thiem (7°) o Novak Djokovic (9°) en cuartos y Kevin Anderson (4°) o Dimitrov (5°) como probables rivales de semifinales.
Delpo pondrá primera ante el japonés Kei Nishikori o el holandés Robin Haase. En la siguiente ronda podría chocar con Fognini (14°), que llegará confiado tras superarlo en la final de Los Cabos. En cuartos enfrentaría al estadounidense John Isner (8°). Y con Nadal, máximo favorito, se cruzaría recién en semis.
Pero si llega a ese partido, ya tendría asegurado el número tres, ese que se le escapó la semana pasada por una sanción que le impuso la ATP por no cumplir con la regla que dice que los primeros 30 tenistas del ranking están obligados a jugar “un mínimo de cuatro torneos ATP 500 en el año calendario”.
En esa categoría, el tandilense disputó este año sólo Acapulco, en el que se coronó campeón. Y al haberse ausentado de Washington, se quedó sin posibilidades de cumplir con ese requisito. Podría llegar apenas a tres si se presenta en Beijing o en Tokyo -se juegan en simultáneo en la primera semana de octubre- y Viena o Basilea -se disputan de la misma manera en los últimos días de ese mes-.
Por la sanción, a Del Potro se le contarán los 0 puntos de Washington, que no jugó, como uno de los 18 torneos con los que se confecciona el ranking mundial. Y esa cosecha nula le impidió aparecer hoy un escalón más arriba.
Pero ahora llega Toronto. Y aunque él haya dicho más de una vez que el ranking no es su prioridad, el torneo canadiense plantea un panorama que invita al tandilense a ilusionarse con meterse por primera vez entre los tres mejores del mundo.