Juan Martín Del Potro juega en Roma su sexto torneo de la temporada y ya se prepara para enfrentar en los cuartos de final del Masters 1000 italiano a Novak Djokovic por tercera vez en este 2017. Con ese difícil escollo por delante, el tandilense cree que no está lejos de su nivel más alto, el que desea que aparezca este viernes ante su amigo serbio.
«Mi juego está mejorando en esta superficie, lo que es importante para mi confianza. Creo que no estoy lejos de mi nivel más alto, y estoy feliz por eso», contó Del Potro en la conferencia de prensa posterior a su triunfo sobre Kei Nishikori (9° del mundo), el primero de este año ante un top 10. «Espero lograrlo mañana contra Novak», desafió. El partido será este viernes no antes de las 16, en el último turno de la cancha central, y televisado por ESPN.
Lo concreto es que el historial le juega en contra al argentino (4-13) y que este año Djokovic batalló pero se impuso en tres sets en los octavos de final del ATP 500 de Acapulco y en la tercera ronda del Masters 1000 de Indian Wells. De superarlo, podría enfrentarse a Rafael Nadal, el gran candidato tras ratificar su favoritismo con el título en Madrid.
Luego de su importante triunfo ante Nishikori, por 7-6 (7-4) y 6-3, Delpo, que desde el lunes será al menos 30° del ranking, resaltó la incidencia de contar con el público a favor. «Fue espectacular. Fue como un partido de fútbol para mí. Disfruté mucho de los hinchas. Mis sentimientos mejoran cuando entro al court y la hinchada grita por mí. Eso es increíble para cualquier jugador», expresó.
«Tengo muchos fanáticos alrededor del mundo y eso es especial para mí luego de mis problemas con las muñecas. Hice un gran esfuerzo para volver al tenis y a ellos les gusta verme jugar», agregó el tandilense, que ya llega de la mejor forma a Roland Garros, el Grand Slam que siempre se le presentó más incómodo. En París jugó seis veces: fue eliminado dos veces en primera ronda (2006 y 2007), una en segunda (2008) y una en tercera (2011), mientras que en 2012 llegó a los cuartos de final y en 2009 cumplió su mejor actuación cuando perdió en semifinales con Roger Federer.