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Karen Puentes: «Grité más el gol de Sindy Ramírez que mi penal»

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En la gran final del último Apertura 2021 de Primera División, a Karen Puentes le tocó ingresar a la cancha bajo circunstancias que no hubieran sido cómodas para nadie. No porque San Lorenzo estuviera perdiendo con Boca 1-0 producto de un gol tempranero de Carolina Troncoso, pues estaba convencida que se podía revertir, sino porque tuvo que reemplazar a Milagros Vargas, que salió con una fractura de peroné.

En total fueron 16 minutos más la adición para ella, en los que aseguró haberle pedido a todos los santos por el empate en cada avance que se aproximaba al área de Las Gladiadoras, hasta que estalló en un grito de gol a los 45, cuando la defensora uruguaya Sindy Ramírez apareció como delantera en el área para aprovechar un error de Boca en la salida y estampar el 1-1 que llevaría la definición del título a los penales. Fue entonces que Karen Puentes, nacida en Neuquén pero tucumana futbolísticamante hablando, se terminaría convirtiendo en gran protagonista, porque fue la encargada de tirar el penal que desató los festejos.

Antes de reportarse en los entrenamientos que este lunes se retomaron en San Lorenzo, ahora con el doble objetivo de pensar en campeonato local y Copa Libertadores, la autora del penal más importante en la historia de Las Santitas dialogó con Junín24 Fútbol Femenino desde Tucumán, destino elegido para descansar en familia y terminar de procesar cuánto había logrado.

-Ya pasaron tres noches desde la obtención del título. ¿En qué niveles de adrenalina estás?

-Ahora ya estoy mucho más calmada. La primera noche no podía dormir, imagínate. Pensaba todo el tiempo, no me podía relajar. Ahora ya estoy más relajada y descansando.

-¿El relajo llega de la mano de haber podido procesar todo lo que lograron? ¿O eso todavía no pasó?

-La verdad que todavía no procesé lo que pasó, como que no caigo. No lo puedo creer. Yo creo que cuando retomemos los entrenamientos me va a caer un poco la ficha de todo.

-¿Y el fin de semana post final cómo fue?

-Muy tranqui. Aproveché para estar más que nada con mi mamá. Después ver un tiempo a mis amistades. Pero sí recibí muchos mensajes, mucha gente. Más que nada traté de estar con mi mamá y mis hermanos.

-Imagino que notaban cómo en la previa de la final casi nadie las daba con chances. Se hablaba de Boca y del bicampeonato que podía lograr. ¿Cómo lo manejaron en el grupo?

-Como decís, todo el mundo estaba esperando otro campeonato de Boca. Pero nosotras sabíamos que iba a ser un partido duro, que lo teníamos que salir a jugar como la final que era y quedarnos con la copa. En lo personal, veía al grupo muy confiado, con mucha fe. No pensábamos tanto en Boca, sino que sabíamos que teníamos lo nuestro y que le íbamos a complicar el partido. Creo que así fue.

-El hecho de que se hubieran enfrentado por fase de grupos poco antes de jugar la final, ¿jugó a favor? ¿Sirvió ese partido para tomar confianza o planificar?

-Sí. Ese partido nos sirvió un montón y nos dio la confianza suficiente para salir a jugar la final que teníamos que jugar. Creo que ese partido fue re importante para estudiar a Boca, para conocer sus debilidades y en qué nos podíamos hacer fuertes nosotras. En lo personal, ese partido me permitió agarrar más confianza. Porque todo el mundo le tiene demasiado respeto a Boca, ¿entendés? Entonces hay que salir a jugarle después, porque sin dudas es un gran rival.

-Te toca entrar en la final bajo una circunstancia que no es cómoda para nadie, porque tuvo que ver con la lesión de una compañera. No sé qué hubiera pasado si hubiese sido diferente, pero terminás haciéndote cargo del último penal, pateás el mejor de la serie y te convertís en la foto del inicio de los festejos del título. ¿Qué te pasó con todo eso?

-Si bien yo estaba haciendo ya la entrada en calor porque el DT me había dicho que iba a entrar, jamás imaginé que iba a ser en esa situación, con mi compañera lesionada después de haber jugado nada más que tres minutos. Tuvo una fractura de peroné. Imaginate cómo está ella. Fue una situación de muchos nervios. Encima tuve que jugar en una posición en la que no suelo hacerlo, con pierna cambiada. Pero traté de relajarme. En un momento también sentimos que teníamos muchas cosas en contra y ahí creo que nos hicimos más fuertes. Nos plantamos y nos dijimos que teníamos que salir a buscar el empate y sacar el partido adelante. Creo que nos hizo un click en la cabeza.

-Viéndolo tuve la sensación de que la falta y la lesión terminan calentando el partido. ¿Fue así?

-Sí, obviamente. Ahí se nos prendió esa chispita, más que nada por nuestra compañera. Porque también sentimos que en esa jugada el árbitro tenía que haber expulsado a la jugadora de Boca que ya tenía amarilla. Sentimos que eso nos jugaba en contra. Así que sí, se re picó al final.

-La mayoría de las veces, cuando un partido se pica por una situación así, el equipo que se siente perjudicado se descontrola, se va de partido. Que a ustedes las haya potenciado habla muy bien de lo que son como equipo…

-Sí, nosotras tratamos de no perder la cabeza. Obviamente estábamos re enloquecidas en el primer momento. Pero nos dijimos que si no nos calmábamos iba a ser peor. Estábamos nada más que a un gol. No había tanta diferencia y sabíamos que un gol cambiaba todo. Tratamos de calmarnos, de apoyarnos y estar más unidas que nunca.

-¿Los penales los definió el DT o preguntó antes quiénes se sentían con confianza?

-Ya habíamos practicado penales en la semana y yo creo que en base a eso él fue eligiendo. En ningún momento nos preguntó quién estaba para patear ni nada. Dio la lista y fuimos así.

-¿Te acordás qué ibas pensando en esa caminata hasta la pelota?

-Yo estaba súper nerviosa. Durante la tanda iba diciendo bueno, si hacen los goles mis compañeras, porque Boca había errado, ya no pateo. Ya estaba haciendo las cuentas. ¡Unos nervios! Y cuando vi que erramos dije ¡noooo! Me tocó la parte más difícil, pero bueno. Mis compañeras me decían relajá. Traté de relajarme durante toda la caminata. Creo que fui súper relajada y seria, para no demostrarle a la arquera que tenía nervios. Pero por dentro sentía un montón de cosas.

-Encima la agarrás agrandada porque venía de atajar dos penales…

-¡Claro! ¡Imaginate eso! Incluso la arquera me gritaba, me hablaba, se movía. Yo trataba de hacer la mía, de no meterme en esa. Me tenía mucha confianza. Había pateado en los entrenamientos y me había ido re bien.

-No se notó nada del nervio que contás porque fue el mejor penal de toda la serie. ¿Habías ido con la decisión de cómo ibas a patear o la tomaste ya frente a la arquera?

-En un momento había dudado, porque más o menos venía viendo cómo se tiraba la arquera y todo eso. Aparte cuando iban pateando mis compañeras venían y decían esperen un segundo porque la arquera se tira antes. Ahí quise cambiar, pero llegado el momento dije no, me voy a la mía, a lo seguro. No me voy a poner a cambiar ahora que es decisivo. Por suerte salió todo bien. Después me decían que patee re tranquila, que no se notó que estaba nerviosa. ¡Menos mal! Jaja.

-¿Lo volviste a ver?

-¡Sí, lo vi! Y mis compañeras, dirigentes, cuerpo técnico, todo el mundo me dijo que fue re bien pateado y que había estado re tranquila.

-A esa definición por penales llegan por un gol de Sindy Ramírez que terminó jugando de delantera, que alguna vez atajó en otro título para San Lorenzo, que también metió su penal en la serie… ¿Qué palabras hay para ella?

-¡Nooo! La verdad que Sindy el partido contra Boca y el anterior venía de una lesión, un esguince que trataron de apurarle para llegar. Lo que pasó nunca se práctico ni nada, pero en los entrenamientos, por la altura y porque es buena cabeceando, la mandan de delantera muchas veces. En esa situación sabíamos que teníamos que ir a buscar el partido y que si quedaba una pelota se la íbamos a tirar al área para que las pelee a todas. Pero el gol que hizo fue agónico. Yo me corrí toda la cancha. No llegué hasta donde estaba Sindy pero me quedé en la mitad abrazada con la arquera. Fue un momento re lindo.

-¿Gritaste más tu penal que les da el título o el gol de Sindy que las lleva a los penales?

-Para mí grité más el gol de Sindy. Porque era una situación desesperante. Imaginate que en cada jugada que nos quedaba yo más o menos le pedía a Dios que nos diera una. Le rezaba a todos los santos por que nos quedara una. ¡Y nos quedó!

-Si los santos no le daban bola a ustedes estábamos mal…

-Y sí… ¡Imaginate! Jaja. ¡Pero a ese gol lo re grité! El mío también, pero el de Sindy más.

-¿Ya empezaste a pensar en lo que va a ser jugar Copa Libertadores?

-Yo vi la Libertadores que se jugó acá en Argentina. Sé los rivales que hay. Aparte equipos de Brasil vinieron a entrenar al club. Es otro nivel. Son muy fuertes y hay que entrenar duro, muy duro para estar a la altura. Ojalá que nos vaya bien y que podamos llegar lo más lejos posible.

-Muchas veces los títulos generan todavía mayor crecimiento, porque aparecen algunas inversiones que por ahí en otro momento no para potenciar los planteles para la disputa de una competencia internacional. Eso, más la manera en que también se mentalizan las jugadoras, al final termina siendo una ganancia que se aprovecha también en el torneo local…

-Sin dudas. Pasa en todos los equipos. Para mí van a venir varias jugadoras. Más porque tenemos muchas lesionadas en el plantel. Dos chicas que se rompieron los cruzados, ahora Mili que se rompió el peroné. Sin dudas hay que armar un buen equipo para competir en la Libertadores, que también va a ser nuestro gran objetivo. También hay que pensar que veníamos jugando todos los partidos con una sola arquera. Insólito. La tenés que cuidar como oro. Si le llegaba a pasar algo estábamos al horno. Por suerte salió todo bien. Incluso Alicia (Bobadilla) venía de una lesión en el hombro, pero por suerte no se noto, jaja.

-Otra que fue muy importante para el título…

-Sí, muy importante. Te digo la verdad, yo sabía que si íbamos a los penales con Boca la teníamos a ella que es una bestia. Teníamos mucha confianza.

-¿Dónde inicia tu historia de futbolista?

-Desde chica jugaba, estaba con la pelota. Tengo a mi mamá que jugó al fútbol y siempre me llevaba a las canchas. A ella no se le dio la oportunidad que hoy se me está dando a mí porque en ese momento era otra cosa. Ahora el fútbol es más visible. Pero sí, siempre jugué. Me formé en San Martín de Tucumán. A los 15 años llegué a ese club y ahí inicié mi carrera. Porque San Martín me formó como jugadora y me potenció mucho para que yo pudiera dar ese gran salto a Buenos Aires.

-¿Y ese salto cómo se da?

-Rocío Correa era mi compañera y ya estaba en San Lorenzo. Una semana que estaban haciendo pruebas de jugadoras me avisó porque yo ya venía con ganas de ir a Buenos Aires a probarme a un club, aunque no tenía uno en especial en la cabeza. Me lo comentó, le pregunté qué posibilidades había y que no tenía un lugar para quedarme porque no tenía familia allá. ¡Ella re bien! habló con los dirigentes y me dieron la pensión para que yo me quede y pudiera hacer la prueba. Da la casualidad que también iba Sabrina Coronel, aunque ella había hablado por otro lado. Viajamos juntas, estuvimos una semana a prueba las dos y no nos decían nada. Yo había sacado solo el pasaje de ida porque estaba esperando a ver cómo me iba. A la segunda semana me dijeron que había quedado, que iba a firmar contrato y todo, porque llegué justo cuando empezaba el primer torneo profesional. Así que se me dio todo.

Por Juani Portiglia

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