Carlos Tevez llegó anoche a la Argentina para someterse a un tratamiento médico y recuperarse de la lesión que sufre en la pantorrilla. El futbolista tuvo que firmar un documento en el que se compromete a regresar a China antes de fin de mes para sumarse a los entrenamientos del Shanghai Shenhua, en medio de una ola de rumores que indican que a fin de año dejará su actual club para desembarcar en Boca.
Carlos Tevez en el Shanghai Shenhua. (EFE)
Está claro que en China tienen mucho temor sobre el futuro de Tevez. El escenario, claro, no ayuda. Porque el Shanghai está 11° en la Liga. Porque el técnico uruguayo Gustavo Poyet está en la cuerda floja. Y porque Carlitos todavía no se enganchó en la Superliga de ese país: jugó apenas 12 partidos, marcó sólo dos goles y no pudo estar en las dos últimas presentaciones por la lesión que lo persigue desde hace unas semanas.
«No viaja para disfrutar de unas vacaciones sino para hacer su rehabilitación», dice el documento que firmó Tevez, quien deberá volver a China el 30 de agosto.
De todos modos, la lesión del delantero es un misterio. Se produjo por un golpe, pero el club nunca lo informó a través de un parte oficial.
Tevez y su familia arribaron a Ezeiza anoche y, también es una realidad, en los próximos días se reunirá con el presidente de Boca, Daniel Angelici, para comenzar a preparar su regreso para el próximo año con vistas a la Copa Libertadores 2018. Tampoco hay que descartar un encuentro entre el Apache y el entrenador Guillermo Barros Schelotto.
Mientras tanto, el Shanghai Shenhua avanza en la Copa China. En el partido de ida por las semifinales, venció por 1-0 al Shanghai Shenxin. Y espera que Tevez pueda jugar la revancha, programada para el 19 de septiembre.
