Se viven semanas tensas en el fútbol argentino por los últimos escandalos árbitrales en algunos partidos. Los hinchas se quejan y dicen que Boca está siendo beneficiado por tener en el poder al presidente de la AFA, Chiqui Tapia, y al presidente del país, Mauricio Macri.
Marcelo Gallardo agitó las aguas las últimas semanas con dos potentes declaraciones: «Habrá que estar con la guardia alta» y «Quiero creer que no hay nada raro», en referecia a los errores arbitrales en los partidos de River.
Pero el ambiente está muy caldeado. Marcelo Tinelli también salió a opinar del tema («El poder del fútbol está manejado casi en su totalidad por gente cercana a Boca») y ahora en River prefieren tomar postura.
Silencio. Eso es lo que busca el Millonario. Es por eso que Gallardo no hablará en conferencia de prensa, los futbolistas tampoco podrán charlar con los futbolistas y luego del partido ante Vélez, el sábado, el único que dará la cara ante los medios será el propio Muñeco.
Así, lo que buscan es poner paños fríos a una situación caliente y polémica.