La crisis de la AFA y la falta de definiciones sobre su futuro institucional, económico y deportivo parece haber llegado a un punto de inflexión para la FIFA, que la próxima semana dejará en claro su «preocupación e intranquilidad» ante las demoras, sin fecha cierta aún, en la reanudación del torneo argentino.
En las reuniones del año pasado en el hotel Sheraton, el ya retirado Primo Corvaro había alertado sobre las posibles y potenciales consecuencias de la falta de acuerdos para cumplir con los tiempos de un nuevo estatuto y llamado a elecciones.
La gestión de Infantino en la FIFA tiene como premisa que ruede la pelota y, por esa razón tras ratificarse que el campeonato no comenzará este fin de semana y que podría demorarse incluso todo el mes de febrero, la entidad madre del fútbol podría tomar cartas en el asunto.
En principio, el pedido de la próxima semana desde Zurich sería que el fútbol argentino regrese antes de la disputa de la doble fecha de eliminatorias para el Mundial de Rusia, que tiene para el equipo de Edgardo Bauza los compromisos ante Chile en el estadio de River (23 de marzo) y frente a Bolivia en el Hernando Siles de La Paz (28 de marzo).
De esta manera se pretende desalentar y quitar la eventual postergación del certamen hasta junio. Desde la FIFA alientan un acuerdo político y una salida económica para que la AFA encause su camino y permita que el actual campeonato corone a su campeón antes del final de la temporada.