El proyecto impulsado por el presidente de la FIFA, el suizo Gianni Infantino, propone que las 48 selecciones disputen la fase final y que para ello se distribuyan en 16 grupos de 3 equipos, de forma que todos se garantizan la disputa de dos partidos como mínimo.
Además, en esta instancia previa, sorpresivamente, se eliminarían los empates para evitar suspicacias y posibles desenlaces tortuosos en cada zona. Así las cosas, los encuentros que terminen igualados se definirían por penales.
En principio, los dos primeros de cada uno de los 16 grupos pasarían a los 16avos de final, donde 32 selecciones se eliminarían mano a mano hasta llegar al partido decisivo. Entonces, el campeón seguiría disputando 7 encuentros en total. Este proyecto prevé que la duración del Mundial sea de 32 días y contempla 80 partidos en su totalidad.
Además, otro de los rumores que suena fuerte en los pasillos de la FIFA es el de unificar las eliminatorias de Conmebol y Concacaf, que entregarían 14 plazas para América del Sur, Centroamérica y América del Norte.
El Consejo ya aprobó en su primera reunión, a mediados de octubre, que el Mundial de 2026 lo puedan organizar varios países, sin limitar un número específico, y que la secretaría general de la FIFA pueda excluir las candidaturas que no cumplan los requisitos mínimos para albergar la competición, tras consultar con el Comité de Competiciones.
La ampliación de selecciones participantes en el Mundial es el punto central de la reunión del Consejo de la FIFA, que puede decidir aumentarlo hasta 48 equipos, y que también recibirá un informe sobre las investigaciones de las autoridades suizas y las estadounidenses sobre los casos de corrupción internos.