Con una mano en el corazón y con una excepción obvia, ¿cuántas noticias pueden ser peores para la Selección que la incertidumbre que genera la lesión de Agüero? Un año y medio atrás, después de un magro 0-1 ante Paraguay en Córdoba, el Kun lideraba toda encuesta que buscaba apellidos con ciclo cumplido.
Pero desde entonces, consolidado en la liga más fuerte de todas, arropado y mejorado por Guardiola, el delantero cambió dudas por certezas. Y por goles.
Hoy por hoy se discute el nombre del arquero, el número de defensores, a Mascherano, el acompañante de Otamendi, se duda de Di María y se confronta a los presuntos atletas de allá con la supuesta lentitud de los de acá. Pero casi nadie duda respecto de la camiseta número 9. Es del Kun porque está en el momento justo de su carrera, con 12 temporadas en Europa, 324 goles y una sed de revancha enorme tras dos experiencias mundialistas fallidas.
Es cierto: Messi salió a pedir por Higuaín con esa locuacidad tan contundente y tan suya: “Tiene que estar”, dijo. Pero su feeling con el ex Independiente, afuera y adentro, está fuera de toda discusión. Se añada a quien se añada en la lista final. Por eso, aunque la nómina de aspirantes a centroforwards de Selección es larga, convendría encender una vela por Agüero. Y agregarla a tantas otras velas encendidas.