El regreso de Mauro Zárate impactó fuerte en el corazón de los hinchas de Vélez. Más de 1.000 fortineros fueron a recibirlo al aeropuerto de Ezeiza y cerca de 6.000 concurrieron al estadio José Amalfitani para la presentación oficial.
El fanatismo y el agradecimiento al ídolo que eligió regresar para ayudar al club de sus amores apremiado por el bajo promedio -rechazando la tentación de seguir cobrando un jugoso sueldo con una presión menor en Al Nassr, de Emiratos Arabes Unidos, o regresar al fútbol inglés en Watford, dueño de su pase- sigue fuerte.
Este gesto de lealtad y amor hacia Vélez desató una fiebre de tatuajes. Muchos hinchas fortineros se grabaron en sus cuerpos imágenes de Mauro Zárate. Y la epidemia continúa. El ídolo, de 30 años, nunca ocultó su identificación con el club que lo formó y donde dio dos vueltas olímpicas: Clausura 2005 y Supercopa Argentina 2014.
«Yo había dicho que si Mauro volvía, me lo tatuaba, El cumplió con su palabra y yo con mi promesa. Para mi es ídolo no por los títulos sino porque siempre le dio una mano al club. Toda la familia Zárate ayudó siempre a Vélez y ahora que estamos en el peor momento Mauro volvió; eso no es común en el fútbol argentino. Por eso decidí tatuarme la imagen del recibimiento, algo que nunca me voy a olvidar», contó Leandro Domínguez.
Este hincha además se acercó a la Villa Olímpica para mostrarle el tatuaje a Mauro Zárate. Emocionado rememora ese encuentro: «Cuando lo vio, me dijo ‘noo, mirá lo te hiciste máquina, estás loco’ y me preguntó si me había dolido. También me dijo: ‘Esto nunca me lo voy a olvidar, es impresionante el cariño que me demuestran todos los hinchas. Nunca me voy a olvidar de vos ni de los que se tatuaron’ y me abrazó como si nos conociéramos hace mucho».
Juan Pablo Muzzio, periodista partidario, también llevará a Mauro Zárate tatuado en la piel. «Fue una promesa. Arranqué en diciembre el programa diciendo que si Mauro regresaba yo me lo tatuaba. Cuando el rumor se iba haciendo más fuerte, me fui envalentonando más. Dos compañeros del programa, Maxi Pardo y Alejando Germino, se sumaron», afirma.
Jorge Iván Méndez, otro fanático fortinero que ahora lleva a Zárate en su brazo derecho, brinda su testimonio: «A Mauro ya lo conocía de antes y llegué a pegar muy buena onda con él y con otros jugadores. Lamentablemente hoy estamos en una mala situación y Mauro prometió y cumplió su palabra. Me lo tatué porque me alegró que cumpliese y porque es un ídolo».
Mauro Zárate dio una prueba de fidelidad y amor futbolero ante una situación complicada. Y encendió los corazones de muchos hinchas que ya lo sumaron a su piel, mientras varios más andan visitando tatuadores por estos días.
