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La noche que lo sanó todo: UNNOBA se coronó campeón en la Región Bonaerense Pampeana Norte

Las Guerreras conquistaron por primera vez el título regional que les aseguró el boleto a la Fase Final Nacional de la Copa Federal. Con goles de Sofía D’Ambrosio y Micaela Navone, se impusieron 2-0 a Las Malvinas en cancha de Newbery para revertir la serie definitiva y asegurar así el campeonato más valioso en un largo historial de éxitos.

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Había una vez una noche que lo sanó todo. Llevar con la cabeza en alto las heridas que deja el fútbol no es para cualquiera. Ni la mirada es igual, ni la marca que dejan los tapones en el pasto como testimonio de que se fue parte es la misma. Todo pesa diferente, dicen quienes han tenido la valentía de animársele a segundas, terceras, cuartas vueltas. UNNOBA afrontó la edición 2024 de la Copa Federal con un plantel tan rico en potencialidades como experimentado en eso de sufrir por lo que se quiere. Sus futbolistas, su entrenador, ya habían aprendido que perder a veces es injusto y otras veces merecido. Pero siempre opción.

Después del andar perfecto, arrasador, que las llevó a disputar la serie final de la Región Bonaerense Pampeana Norte, Las Guerreras sufrieron un golpe duro en su visita a Las Malvinas, en la ida. La derrota, inédita para ellas en la temporada, se empeñó en poner de manifiesto diferentes fantasmas. Para las que llegaron procedentes de Sarmiento, el de los ascensos que se negaron. Para las que fueron parte de la Selección de Junín en la 2022/2023, el de la final ante Bahía Blanca. También el de SOMRA para las muchas que ya habían marcado presencia en la pasada definición. Incluso para alguna, y vaya si hay que tener coraje, estaban los tres juntos, al acecho.

La frustración de no haber logrado desarrollar en Barrio Las Quintas el juego deseado mutó rápido en convicción de que todavía quedaban varias cartas por jugar. De los errores se tomó nota. De las virtudes del rival, también. Diego Carpinella eligió salir a la cancha con Rafaela Carbone; Camila Torres, Jennifer Garayalde, Nadia Ramírez, Romina Paye; Lucía Mansilla, Micaela Navone, Pini Tamburrini; Juana Garayalde, Sofía D’Ambrosio y Felicitas Gil. El primer mandamiento, mantener el orden. La certeza, que sobraban pies para encontrarse y desequilibrar.

Durante los primeros minutos fue la visita la que quiso aprovechar la urgencia de UNNOBA para plantarse en campo rival, pero Sofía D’Ambrosio se encargó de darles una primera señal de alerta: por izquierda o por derecha, su gambeta ya estaba encendida para hacer pagar cualquier distracción a la última línea. Kiki Mondino, autora de tres goles en la ida, tenía serias intenciones de volver a ser pesadilla recostada sobre la derecha y con buenas intervenciones en ese inicio, a veces ganando y a veces perdiendo el duelo individual con Camila Torres. Y si Las Malvinas había avisado con un cabezazo de Jeorgina Soto que salió cerca, Popi puso a toda la defensa a temblar cuando llegó al fondo por derecha, se liberó con un enganche de sus dos marcadoras y levantó la cabeza para detectar el solitario ingreso de Juana Garayalde por el centro del área, pero la capitana no llegó bien pisada y mordió un remate que salió afuera.

 

El primer gran sobresalto para Las Guerreras, tal vez el único con la vara de quien no lo sufrió desde adentro, llegó tras un remate de la propia Chiara Mondino que Rafaela Carbone intentó desactivar con sus puños, pero terminó dando a la pelota un efecto que la hizo caer sobre el arco propio. Apurada por Yanina Oviedo, la que llegó a sacar sobre la línea fue Felicitas Gil, en el primero de sus dos toques claves de la noche. El siguiente, casi imperceptible, llegó pocos minutos después, cuando rápida de reflejos dio el saltito para desajustarle todos los cálculos a Celeste Gómez e impulsar la pelota hacia adelante, con destino de Juana Garayalde. La 10 llegó hasta el fondo y justo sobre el cierre de Érica Barquín sacó un centro perfecto, al corazón del área chica. Quién sabe de dónde apareció volando Lucía Mansilla, con un cabezazo full especialista que buscó ángulo, pero devolvió el palo. Sofía D’Ambrosio, que lo venía siguiendo todo desde cerca, detectó antes que nadie el rebote y le ganó la espalda a Fátima Cantero, para también de cabeza anotar el 1-0 que decretaba que de momento habría penales en cancha de Newbery.

Para ese entonces, el tándem de Pini Tamburrini y Micaela Navone ya había tomado el ritmo para empezar a manejar la mitad de la cancha, tiñendo de morado las divididas con anticipo y haciendo entregas criteriosas para conservar terreno y posesión. Pero fue una cesión de Sofía D’Ambrosio tirándose atrás, apenas un minuto después, la que le permitió a Lucía Mansilla hacer un jugadón por banda izquierda solo un minuto más tarde, con tres marcadoras que quedaron en el camino y un centro atrás que dejó a Tamburrini en posición de gol, pero su remate de primera fue interceptado por el cierre a tiempo de Marina Martin sobre la línea.

Si UNNOBA ya había construido con propio mérito la ventaja que igualaba la serie, la expulsión de Yanina Oviedo tras golpear sin pelota a Pini Tamburrini justo frente a los ojos del árbitro marcó una pérdida demasiado grande para la visita. Para sacar mayor provecho a la ventaja que sus dirigidas construyeron y a la que el rival concedió, Diego Carpinella mandó a la cancha a Belén González en el inicio del complemento, en reemplazo de Romina Paye y para hacer el ida y vuelta por banda derecha.

Apenas comenzada esa segunda mitad, un saque errático de la arquera Juliana Bicocca cayó a los pies de Sofía D’Ambrosio, que perseguida por tres marcadoras enfiló de regreso al área rival hasta quedar cara a cara con la arquera e intentar una gambeta que, contacto previo, la llevó al piso. Mientras desde las tribunas y el banco local se reclamaba el penal, Micaela Navone siguió atenta la jugada e interceptó un intento de rechazo, también errático, de Celeste Gómez. La 5 convirtió una recepción algo larga en distancia perfecta para ensayar un zurdazo desde el borde del área que se clavó al palo más lejano de la uno y celebró, con alguna que otra lágrima y mucho de incredulidad, el gol que en ese instante revirtió la serie para Las Guerreras.

Aunque Las Malvinas buscó su reacción anímica tras el mazazo, el control que intentó ejercer en el juego no llegaba a traducirse en jugadas de real peligro para el arco de Rafaela Carbone. Por el contrario, Pini Tamburrini apretó triángulo como en la Play para habilitar a Sofía D’Ambrosio, que gambeteó arquera y definió para ver cómo Marina Martin salvaba sobre la línea por segunda vez en el partido. Finalmente, el asistente levantó erróneamente la bandera que inhabilitó la acción y permitió reponer a la visita.

Previo ingreso de Yanina Greco para refrescar el ataque y compensar el desgaste hecho por Felicitas Gil, la propia Pini lo tuvo con un remate raso, desde el borde del área, que salió cerca del palo tras un leve desvío. Greco estrenó un tiro libre en el travesaño minutos después y Las Guerreras acumulaban méritos para liquidar la serie. Por el contrario, la ventaja seguía siendo la mínima y por ello, tal vez solo por ello, deberían sufrir hasta el final.

La visita quemó los últimos cartuchos lanzando pelotas al área, Diego Carpinella dispuso como último cambio el ingreso de Jael Fredez por Lucía Mansilla. Hubo que resistir dos tiros de esquina consecutivos y algún que otro fantasma habrá sobrevolado territorio Aviador. Pero el silbatazo final fue como la mano que encendió la luz y arropó a un equipo que entendió que estaba despierto para celebrar la noche que lo sanó todo.

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