UEFA comunicó en las últimas horas su decisión de no permitir que se ilumine el Allianz Arena de Munich con los colores arcoíris de la bandera LGBT para el partido que disputarán este miércoles Alemania y Hungría por la última jornada de la fase de grupos de la Eurocopa, precisamente en el Mes del Orgullo, por entender que se trata de una protesta política que va en contra de sus normativas.
El organismo rector del fútbol europeo propuso en cambio que se ilumine el Allianz Arena con los colores del arcoíris el 28 de junio, el día en el que se conmemora la Revuelta de Stonewall, o entre el 3 y el 9 de julio, que es la semana del orgullo en Múnich. Pero sucede que en ninguna de esas fechas se jugarán partidos en el Allianz, dejando en claro la intención de separar esta reivindicación social y cultural del ámbito del fútbol.
Desde FIFPro, organización internacional que vela por los derechos e intereses de los y las futbolistas profesionales, no tardaron en expresar su respuesta ante esta decisión de UEFA, oponiéndose de manera tajante a sus argumentos. «La posición futura del deporte en la sociedad es indivisible de su compromiso honesto y sincero de promover y proteger los derechos humanos y los valores fundamentales de igualdad para todos», comienza diciendo el comunicado.
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— FIFPRO (@FIFPRO) June 22, 2021
«Iluminar un estadio no cambia las leyes, pero el impacto de ese momento es incuantificable por lo profundo que puede sentirse para la persona que más necesita verlo. Una persona que podría estar luchando por mostrarse tal cual es, que camina hacia ese estadio viendo esos colores que representan esperanza, humanidad y aceptación, sintiéndose con el coraje de estar orgullosos de quiénes son. Debemos reconocer qué tan poderosos pueden ser esos momentos, particularmente para aquellos entre nosotros que al mirar al mundo no se sienten bienvenidos», continúa.
Y concluye: «En lugar de dar lugar a ese momento alentador, negar la iluminación lo convierte en un detonante mucho mayor de politización y división, lo exactamente opuesto a lo que proclama el arcoiris. Las organizaciones deben decidir si quieren compartir la responsabilidad de liderazgo basado en valores. No hay neutralidad cuando la acción o inacción puede tener tan profundo impacto sobre la humanidad de otros. Nuestro deporte debe elegir acciones de derechos humanos, igualdad y dignidad para todos en el mundo. Sin importar las consecuencias».