La Selección de Junín perdió ante La Plata y se despidió demasiado rápido del Provincial

Desconcertante. La sensación que había aparecido de a ratos en el transcurso de la competencia, tuvo su punto de ebullición en el momento más inoportuno, justamente porque ya no dará tiempo a los ajustes. Desconcertante para una Selección que cuando empezó a correr el cronómetro estaba clasificándose a semifinales encontrarse en desventaja cuando buena parte del público todavía no había terminado de acomodarse en las tribunas de la cancha de Villa Belgrano. Desconcertante el golpe. Desconcertante la falta de reacción. Desconcertante la cantidad de ausencias a lo largo del torneo. Desconcertante el ritmo de un día jugar, cuarenta no. Desconcertante la chance de empatar y ser primero, perder y ser el último.

En la mala, es habitual caer sobre la falta de deseo, de compromiso, de rebeldía, de agallas. Cuesta encontrar por ese atajo el problema de La Sele. La voluntad individual de sacarlo adelante estuvo en cada una de las que asumieron a conciencia el compromiso de estar. También de un cuerpo técnico primerizo en eso de dirigir a las mejores de la liga. Las mismas ganas de ganar. Pero no hubo forma de amalgamar la suma de voluntades personales para la construcción colectiva. No se trata de unión o desunión, sino de que esa unión haga la fuerza.

Sin Camila Torres y sin Luna Gallardo, las únicas dos carrileras que le quedaban a Junín tras una convocatoria inicial que no tuvo las adhesiones necesarias para fortalecer el sistema, Cristian Contrera apostó por ubicar a Micaela Navone por banda izquierda y Tiara Lucero por derecha, para poder así mantener la línea de tres en el fondo, con Lola Bermúdez, Luisina Garrido y Romina Paye. En el arco, puesto por demás caliente en razón de lo que estaba en juego, le tocó estrenarse a Melina Elisei, producto de una lesión de Sol Ponce.  De mitad de cancha en adelante, el DT apostó por Valentina Ronca como número cinco, Catalina Vila y Juana Garayalde como interiores, para enlazar con Milagros Moreno y Melina Garialdi en el ataque.

Antes que pudiera hacerse cualquier análisis del parado del equipo en cancha, llegó el primer mazazo de La Plata. Justina Piovoso recibió con demasiada libertad por la derecha del ataque y sacó un remate rasante, cruzado, que Elisei no pudo contener. Lejos de resguardarse, como había elegido hacer en la victoria como local, la visita tomó nota del daño hecho y fue por más. Solo un minuto más tarde, a Florencia Mendoza le sobró tiempo para recibir y ensayar un remate que salió cerca, por encima del travesaño.

La Sele no lograba encontrarse desde el pase y en ese contexto ya se volvía un sinsentido que Garialdi y Moreno, demasiado lejos una de la  otra, se limitaran a correr pelotas que casi siempre salteaban la mitad de cancha. A los 16 lo volvió a intentar Mendoza, quitándole altura a su disparo y buscando esta vez cruzar la pelota bien lejos de la posición de la arquera, pero tampoco encontró el arco. A los 24, un error grosero en la salida le permitió a Piovoso llegar al fondo por banda izquierda y sacar un centro al corazón del área que superó la posición de Elisei, pero que nadie llegó a empujar por el opuesto.

Tan desconcertante como el partido que estaba jugando Junín fue la infracción que detectó el árbitro para anular el gol de cabeza de Romina Paye, a la salida de un tiro de esquina ejecutado por Juana Garayalde, cuando se habían cumplido los 40. Para confirmar que la noche asomaba torcida, dos minutos más tarde fue Kiki Mondino la que aprovechó el desorden defensivo de La Sele para escaparse mano a mano con Melina Elisei y sentenciar el 2-0 en favor del seleccionado platense.

Y por si al primer tiempo le hubiesen faltado episodios confusos para ofrecer, a la visita se le contagió ese desconcierto cuando Colo Garrido despejó una pelota que besó una nube, con trayecto de un área rival que solo era ocupada por la arquera Melisa Granea y Melina Garialdi, decidida a no participar por estar más de dos metros en fuera de juego. Pero la uno nunca salió y la que picó desde atrás fue Milagros Moreno, que chocó con ella en la disputa de una pelota que volvió a caer a los pies de Garialdi, entonces sí habilitada por encontrarse detrás, para que señalara el 2-1 que a tantos y tantas les devolvió el alma al cuerpo.

La Sele, a la que el torneo se empeñó en dar nuevas oportunidades, volvía a tener una para salir a disputar el complemento. Por rendimiento, solo allí radicaba la fe. ¿Y por qué no? Cristian Contrera mandó a Yanina Greco a hacer banda por izquierda con mayores obligaciones ofensivas y con la salida de Valentina Ronca devolvió a Micaela Navone a una posición más natural, aunque el daño a la confianza de la mediocampista ya estaba hecho en los 45 minutos más incómodos que le tocó disputar desde que se abrazó al fútbol. Un calambre acusado por Melina Garialdi justo cuando se disponía a ingresar al terreno de juego dio lugar, también, al ingreso que pedía el partido, porque Soledad Cuadro tendría la posibilidad de ser faro para el juego en largo que, ante la falta de sociedades, Junín estaba obligado a buscar para empujar por la remontada.

Igual que había sucedido en Olavarría, fue Catalina Vila quien intentó rebelarse ante la adversidad y Milagros Moreno amagó con volver a encender el modo salvadora desde la gambeta, pero los buenos inicios producto de una innegable habilidad para conducir la pelota derivaron en finalizaciones desprolijas cuando en las proximidades del área rival se multiplicaban las piernas que sortear. A los 13, Vila soltó un buen pase desde mitad de cancha para Cuadro, que picó bien, controló y buscó sorprender a la uno platense con un remate por arriba que esta logró controlar en dos tiempos. En el minuto siguiente, Cata volvió a direccionar bien el ataque abriendo la pelota para la escalada por banda derecha de Tiara Lucero, que ensayó un centro de primera que salió directo a la posición de la arquera sobre el primer palo.

Los primeros 15 del complemento fueron los mejores de todo el partido, pero a continuación volvió el desconcierto, ahora con el agravante del nerviosismo que escalaba a medida que el tiempo de revertir destinos se agotaba. Por momentos, el equipo perdía por completo el orden táctico. Aquello, sumado a que La Plata ya había entrado en plan de jugar con el reloj y no arriesgar de más, volvió las acciones sumamente desprolijas. Para colmo, en los arrebatos de La Sele por aproximarse al arco rival fue creciendo en la zaga platense la figura de Celeste Gómez, con aplomo para no perder la cabeza ante el riesgo de un gol que las hiciera perderlo todo, impasable y criteriosa en la salida de pelota.

Del lado arbitral, hubo devolución de errores hacia el local. Porque si no había existido infracción alguna en el gol anulado a Romina Paye, tampoco la hubo después que a Melina Elisei se se le escurriera una pelota de las manos, permitiéndole a Piovoso empujar al fondo de la red. Una vida más. En la respuesta, Tiara Lucero recibió de Catalina Vila y aguantó bien la pelota contra su marca sobre la derecha, para girar y meter una pelota al área que encontró la posición de Sole Cuadro. Pero la delantera no le pudo terminar de dar fuerza ni dirección a un remate de primera que fue a parar a manos de Granea.

Ya con Junín quemando las naves, con Luisina Garrido pasando a ocupar banda derecha como mediocampista y el ingreso de Celina Rocha por Tiara Lucero, La Plata aprovechó bien algunas opciones de contragolpear. La ingresada Morena Noguera se hizo de una pelota suelta en el área para probar con un remate a quemarropas que tapó Melina Elisei y minutos después la que probó fue Yamila Alfonso, que también había saltado a la cancha desde el banco, tras una buena jugada individual seguida de un tiro que salió cruzado, ancho. A los 38, otro grosero error defensivo tuvo a La Sele al borde del empate. En un envío largo que corrió Grecco, Yanina Oviedo terminó chocándose con su propia arquera en la cobertura, dejando a ambas fuera de acción. La pelota derivó en Garrido, que probó con un remate lejano y con muy buena dirección hacia un arco que se divisaba vacío, pero que vio aparecer la cabeza de Celeste Gómez para despejar sobre la línea y terminar de convertirse en la figura del encuentro.

En tiempo de adición, cuando Andreina Sanpedro ya estaba en cancha por Navone, Junín tuvo dos opciones más para torcer su suerte. Sole Cuadro volvió a picar bien habilitada y tras ganar el duelo cuerpo a cuerpo con su marcadora no logró impactar bien una pelota que salió desviada. La última llegó con un tiro libre desde posición inmejorable, que quedó a cargo de Juana Garayalde, una especialista. El remate que se quedó lejos de superar la posición de la barrera fue la sentencia que nadie quería escuchar: no fue el año de La Sele.

Así formó Junín

Melina Elisei; Romina Paye, Luisina Garrido, Lola Bermúdez; Micaela Navone, Valentina Ronca, Catalina Vila, Juana Garayalde, Tiara Lucero; Milagros Moreno, Melina Garialdi. Suplentes: Lucrecia Paviolo, Delfina González, Celina Rocha (X Lucero), Andreina Sanpedro (X Navone), Soledad Cuadro (X Garialdi), Silvana Martínez, Yanina Grecco (X Ronca).

Así formó La Plata

Melisa Granea; Yanina Oviedo, Sol Biondini, Celeste Gómez, Paola Leiva; Olivia Gutiérrez, Marina Martin, Florencia Gómez, Chiara Mondino; Raquel Moreno, Justina Piovoso. Suplentes: Brenda Huerta, Morena Noguera, Delfina Crino, Yamila Alfonso, Lorena González, Soledad Cano, Fátima Albornoz.