«Cuando Lío dijo que no volvía más, pensé en tomar la misma decisión. Creo que son cosas del momento que se te cruzan por la cabeza. Una vez podés perder una final, pero tres seguidas es otra cosa. Pensé en dejar la selección, pero mi mujer y mi viejo me frenaron», admitió el mediocampista del París Saint Germain, en declaraciones a TyC Sports.
Y precisó: «No queda otra que seguir peleando para hacer lo mejor posible y llegar nuevamente a una final. No es fácil llegar hasta ahí y lograr el título. Somos los primeros en querer lograrlo y es complicado darse la cabeza contra la pared tres veces».
«Estuve a punto de ir al psicólogo, pero al final decidí no hacerlo porque es un tema que tengo que resolverlo solo. Si pierdo una final más creo que no vuelvo, pero hoy sólo pienso en positivo. El sabor amargo todavía dura, pero así son las cosas», puntualizó.
Y finalmente contó los motivos por los que empezó utilizar la camiseta número 11 en lugar de la 7 que usaba habitualmente. «Cambié al once porque con esa gané los Juegos Olímpicos. Probablemente el de Rusia sea mi último Mundial y me gustaría jugarme la última chance con ese número».