Bastaron un par de meses para que se derrumbara un mito. Supuestamente, el torneo largo de la Superliga iba a traer tranquilidad para los cuerpos técnicos de los 28 equipos. El famoso «trabajo a largo plazo», más a la usanza europea, iba a prevalecer, según las previsiones. Sin embargo, el carrusel de renuncias de directores técnicos se aceleró, al punto que con el alejamiento de anoche de Omar De Felippe (Vélez), ya son siete los entrenadores que se fueron de sus clubes en apenas ocho fechas del certamen, que arrancó el 25 de agosto. Valga un repaso:
19 de septiembre: Gustavo Matosas presentó su renuncia al cargo de entrenador de Estudiantes de La Plata y apenas se habían disputado tres fechas de la Superliga. «Hablé con Verón (presidente), no conseguimos el objetivo y tenía muchas expectativas. Lo correcto es dar un paso al costado», aseguró entonces. Luego de la derrota ante Nacional de Paraguay, que le significó la eliminación en los octavos de final de la Copa Sudamericana, el uruguayo presentó su dimisión, pese a tener apenas siete partidos como entrenador del Pincha.
22 de septiembre: Diego Aguirre renunció como técnico San Lorenzo después de la eliminación de la Copa Libertadores ante Lanús, por los cuartos de final. El DT uruguayo mantuvo una breve reunión con Matías Lammens y el manager Bernardo Romeo antes de la práctica del equipo y el desenlace se resolvió pronto. Aguirre, de 52 años, había asumido la dirección técnica del Ciclón el 27 de junio de 2016 y su gestión empezó a debilitarse en septiembre pasado. Con un 58% de efectividad, su promedio bajó considerablemente en 2017 y nunca logró entrar en el corazón del hincha.
24 de septiembre: «Mi renuncia no fue producto de una calentura, ni tampoco por un motivo futbolístico». Cuando Nelson Vivas dejó Defensa y Justicia, reveló los detalles del desencadenante de su partida: «En el micro, luego de la derrota ante Colón, el hijo del presidente, Diego Lemme me hizo un planteo que rozó la falta de respeto. Tras hacerme ese planteo, no lo dudé y tomé la decisión de alejarme como entrenador», soltó. Y detalló: «Lemme me preguntó por qué ponía tal jugador si sabíamos que no podía jugar. Fue nuestro primer refuerzo. Y que de ahora en más había que tomar decisiones que no dañen el prestigio del club».
17 de octubre: Ese día se hizo oficial la salida de Sebastián Méndez de Belgrano, luego del empate 0-0 en el clásico con Talleres por la sexta fecha. Hasta entonces, su campaña en la Superliga no era mala: dos victorias, tres empates y una derrota. Pero el disparador de su alejamiento fue la eliminación ante Atlanta por la Copa Argentina. El ex jugador de Vélez estuvo poco más de seis meses en el Pirata, donde dirigió 18 partidos de Primera División (5 encuentros ganados, 7 empatados y 6 perdidos) y tres por Copa Argentina: dos empates con victorias en los penales y la derrota frente al Bohemio.
17 de octubre: La sexta fecha también precipitó el adiós de Mario Sciacqua, que se fue de Olimpo, luego de quedar muy debilitado tras la caída ante Huracán por 2-0, que mantuvo al equipo de Bahía Blanca en zona de descenso. «Tiene que venir otra persona, el fútbol es así. Se me hace muy difícil, acá hay afecto. Me había encariñado mucho con Bahia, estaba acostumbrado a la ciudad. Es un dolor al alma, estoy agradecido a Olimpo», afirmó el conductor.
5 de noviembre: La dura goleada por 4 a 1 sufrida ante Defensa y Justicia fue demasiado para Gustavo Alvarez, que no resistió en Temperley, conjunto que se mantiene en los puestos del descenso. El Celeste se encuentra relegado en el fondo de la tabla de posiciones con cuatro unidades: apenas consiguió una victoria ante Arsenal (el último) y un empate frente a Rosario Central. Además acumula seis derrotas, cuatros de ellas en forma consecutiva. «Tomé la decisión de no continuar al frente del equipo. Considero que lo mejor para esta faceta es un nuevo conductor. Hay un proceso que se desgastó producto de los resultados», manifestó Alvarez.
6 de noviembre: Más allá de que el presidente saliente Raúl Gámez lo quiere mantener en el cargo, Omar De Felippe presentó su renuncia indeclinable a la conducción de Vélez, que coquetea con los puestos de descenso después de una nueva derrota, en este caso frente a Unión de Santa Fe y como local. «Es una lástima que no se hayan dado las cosas pese al esfuerzo realizado, pero debo irme para descomprimir. Me voy porque un estúpido me escupió en la cancha y si no hay apoyo, no se puede seguir», explicó el ex combatiente en el conflicto de Malvinas.
https://youtu.be/ET7Tz23GL9c
