Cuando terminó el partido entre Lanús y River , el brasileño Wilson Seneme, responsable del arbitraje sudamericano, no se preocupó demasiado. «Mi sensación fue que el VAR había sido usado de manera correcta», cuenta el éx árbitro internacional desde Porto Alegre, donde hoy evaluará a los árbitros de la segunda semifinal entre Gremio y Barcelona, de Ecuador. Sobre el futuro, Seneme advierte: «Vamos a evaluar el desempeño de los siete árbitros con la comisión. Y llegaremos a una conclusión sobre lo que se debe hacer de acuerdo con el grado de dificultad de todas las jugadas». No descarta ni adelanta sanciones para Wilmar Roldán , el árbitro principal del juego en la cancha granate, y para Andrés Cunha, árbitro asistente de VAR.
La charla aborda las jugadas polémicas del partido entre millonarios y granates. Y Seneme rescata que en todo momento se aplicó el protocolo de video asistencia arbitral aprobado por la FIFA y redactado por la IFAB. «Sobre la jugada de la mano (de Marcone, jugador de Lanús), el protocolo prohíbe que ese tipo de incidentes de posible mano deliberada sean definidas en cámara lenta. Me gustaría que pasaran la jugada en vivo. Ahí tendremos en cuenta si la pelota va a la mano o la mano a la pelota», puntualiza Seneme. Y agrega: «Es una jugada interpretativa. Él árbitro principal interpretó que no había mano y los asistentes de VAR interpretaron que no había error claro. Por eso no pidieron revisión». De todas formas, Seneme aclara que «dado que era una jugada que podría haber cambiado el ambiente del partido, el árbitro podría haberla revisado. Esto no significa que cambiara su decisión».
El ex árbitro brasileño recuerda que «en cámara lenta, toda mano es penal. Pero hay que verla en velocidad real. Y si no tengo la realidad, me tengo que quedar con la opinión del árbitro». Sobre la segunda polémica de la noche, aquella agresión de Román Martínez a Ariel Rojas que deriva en el tercer gol de Lanús, Seneme se excusó: «No sé qué pasó en esa jugada. No tengo los detalles de esa jugada». De todas maneras, fuentes cercanas a los árbitros del encuentro de ayer contaron fuera de micrófono que los asistentes de VAR le sugirieron a Roldán revisar la jugada. El colombiano eligió apoyarse en su juez de línea, que estaba más cerca del incidente. Ese asistente no le marcó ninguna infracción. Roldán no volvió para atrás. «Es evidente que también se trata de una jugada con potencial de revisión», recalca Seneme sobre el lance. «Pero, claro, si después el árbitro decide cambiar o no su decisión es otra historia», sentencia.
Más allá de los reclamos de Marcelo Gallardo luego de la derrota («Comprendo al entrenador de River», zanja Seneme), el jefe de los árbitros sudamericanos resalta que el VAR «está en proceso de desarrollo». Y agrega: «En el partido de ayer hubo muchas situaciones difíciles. Los árbitros estuvieron impecables en los goles. En el segundo gol de River, por ejemplo, los jugadores de River están en la misma línea. Y también hay un punto positivo en el penal para Lanús, que se decidió por el VAR».
El de anoche fue el tercer partido en que se usó la video asistencia arbitral, y el primero en el que el sistema tiene una incidencia directa en el resultado. Todas las experiencias con el VAR serán recogidas por la Universidad de Leuven (Bélgica), que las compilará y le elevará las conclusiones a la FIFA. «Hay que comprender que el futuro del VAR se decide el próximo año. Todo el mundo del fútbol tiene que decidir si sirve o no. Nosotros estamos ayudando a que esto se desarrolle. No vamos a quitar la polémica del fútbol. Siempre la habrá: con VAR o sin VAR», asegura Seneme.
