Para Leonardo Mayer, el Abierto de Hamburgo tiene algo especial. Sobre el polvo de ladrillo del certamen alemán, se siente como en su casa y su juego se potencia. Allí ganó sus -hasta ahora- únicos dos títulos. Y allí buscará hoy el tercero. El correntino, 36° del mundo, venció ayer por 6-7 (6-8), 6-4 y 7-6 (9-7) al eslovaco Jozef Kovalik, proveniente de la clasificación, en un duro partido y se metió por segundo año consecutivo en la final. Hoy, cerca de las 10 de Argentina, enfrentará al georgiano Nikoloz Basilashvili, otro jugador proveniente de la qualy, que superó por 7-5, 0-6 y 6-1 al chileno Nicolás Jarry.
El “Rey de Hamburgo”, como empezaron a llamar al argentino esta semana en el circuito, batalló durante dos horas y cincuenta minutos y tuvo que levantar un match point para sellar el pase a la quinta final de su carrera y sumar su 15ª victoria en el certamen, en el que sólo perdió dos partidos en cinco participaciones.
Mayer defiende el título que consiguió en el 2017 (AFP).
“Hacía mucho calor, pero me daba lo mismo. Me encanta jugar acá en Hamburgo. Tuve que hacer un gran esfuerzo, pero por suerte lo pude ganar”, contó el correntino.
Tras ceder el primer set en el tie break, Mayer supo mantener la concentración y la cabeza fría y se llevó el segundo parcial tras sacar ventaja con el único quiebre del partido. El tercer set fue otra vez muy parejo. Kovalik continuó presionando -terminó con 42 tiros ganadores- y tuvo una chance de llevarse la victoria cuando quedó 6-5 arriba en el desempate, pero la dejó en la red. Mayer tuvo su oportunidad cinco minutos después y con una volea selló el resultado.
El correntino ratificó así que este es su torneo favorito. Allí conquistó en 2014 su primer título al superar en la final al español David Ferrer por 67 (3-7), 6-1 y 7-6 (7-4). Y el año pasado, después de haber jugado su tercera final en Niza en 2015, ingresó al cuadro de Hamburgo como lucky loser; debutó con una victoria ante el español Albert Ramos Viñolas, máximo favorito, le ganó la final al alemán Florian Mayer por 6-4, 4-6 y 6-3 y disfrutó un inolvidable festejo con su hijo Valentino, nacido alunas semanas antes. Sus otras dos finales fueron en Viña del Mar 2014 y en Niza 2015.
El Yacaré con el trofeo que le dieron en el 2017. ¿Podrá repetir? (AP).
Pero entonces llegó a Hamburgo, en el que sumó victorias ante Ramos Viñolas, Diego Schwartzman, segundo favorito, y Kovalik para meterse en la final. Y hoy irá por otro festejo para consolidar su reinado sobre el polvo de ladrillo alemán.