Cristian Pavón (6). Marcó un verdadero golazo con el que Boca abrió el marcador en un partido demasiado cerrado. Antes y después de ese rapto de lucidez, hizo todo mal. Perdió pelotas de manera inexplicable, las pocas veces que logró desbordar a su rival terminó mal la jugada y hasta generó una situación de riesgo a favor de San Martín, al cederle la pelota demasiado corta a su arquero Rossi, en una acción en la que Montagna no llegó a tiempo.
Darío Benedetto (7). El número 9 del equipo padeció la falta de juego asociado que exhibió Boca. De todos modos, buscó, se mostró, generó espacios, marcó, anticipó, ganó casi siempre en el juego aéreo y hasta metió una asistencia exquisita con la cara externa de su botín derecho para que Centurión anote el 2 a 0. Muy buen partido del delantero. Pudo coronar su trabajo con un gol, pero en la única clara que tuvo eludió a Ardente y, de zurda, definió por arriba del travesaño.
Ricardo Centurión (7). Demostró una vez más que es uno de esos jugadores que marcan la diferencia. Sin embargo, cuando abusa de los firuletes y provoca a sus rivales con sus amagues, pisadas, caños y gambetas, pierde efectividad. Por momentos pareciera estar más preocupado por el aplauso de los hinchas propios que de lo fructífera que pueda resultar la jugada.