Visiblemente emocionado y con el rostro desencajado, el delantero uruguayo Luis Suárez se despidió este miércoles de sus compañeros de Barcelona luego de que el club catalán y el Atlético de Madrid llegarán a un principio de acuerdo para que en las próximas horas se consuma su llegada al equipo dirigido por Diego Simeone.
Suárez dejó la Ciudad Deportiva de Sant Joan Despí entre lágrimas. El jugador recogió sus objetos personales del vestuario y luego saludó uno por uno a los integrantes del plantel con quienes compartió los últimos años. Las cámaras de televisión captaron el momento de la triste despedida.
El Pistolero, de 33 años, deja una enorme huella en Barcelona, donde jugó 283 partidos y convirtió 198 goles para quedar como el tercer máximo artillero del club catalán. También aportó 109 asistencias durante sus seis temporadas como blaugrana.
El uruguayo, que llegó al Barcelona tras el convulsionado Mundial de Brasil 2014 en el que también pasó a la posteridad por su mordisco al italiano Giorgio Chiellini, formó además una dupla explosiva con su compadre Lionel Messi, quien si no cambia de parecer y mantiene la postura que manifestó en el mundialmente conocido burofax, también dejará el club catalán a finales de la temporada.