Dicen que la adaptación a un nuevo lugar siempre cuesta. No es que Marianela Costa no extrañe Lincoln, la familia, las amistades o el día a día con Las Maestras en Junín; pero a la vez pareciera que en su caso encajó desde el primer momento en Ferro, su nuevo equipo para embarcarse en la que ya es su segunda temporada como jugadora de la Primera B de AFA.
Ya desde los amistosos empezó a sentirse valorada por el mismo cuerpo técnico que la había pedido para ocupar un rol específico adentro de la cancha, decisión que en una categoría en la que todavía no se firman contratos fue acompañada con la iniciativa de garantizarle un trabajo desempeñándose como profe con el fútbol 11 recreativo. Todo aquello, sumado a que no tardó en encajar con sus nuevas compañeras, lo hicieron más fácil a la hora de salir a jugar 90 minutos de fútbol.
«La verdad que me adapté bien. Pensé que me iba a costar mucho más despegarme de Lincoln, pero estoy tranquila, la estoy llevando bien. No me convence del todo el bochinche, pero sí la paso bien. Tengo amigas, he ido conociendo varios lugares. Todo eso es lindo. Siempre tenés algo para hacer y eso está buenísimo. Pero no existe esa tranquilidad que por ahí buscás en Lincoln o mismo en Junín. Yo arranco mi semana entrenando el martes y ya el jueves quiero la tranquilidad. Por suerte cuando jugamos sábado nos queda domingo y lunes libre. Ahí descansás un poco. Pero creo que a mitad de semana necesitás esa tranquilidad, porque vivís viajando. Por ahí si me voy a Lincoln tampoco descanso tanto, porque es como que visito a todo el mundo», le contó la mediocampista linqueña a Junín24 Fútbol Femenino.
El inicio de Ferro en el torneo no podía ser mejor, ya que cosecha dos victorias en sus dos primeras presentaciones. En el debut, como local en Pontevedra, fue 2-0 sobre Atlas y un aplastante 13-1 en su visita a Liniers el último sábado. En ambos partidos la excapitana de Sarmiento fue titular desempeñándose en la mitad de la cancha y aseguró sentirse cada vez más cómoda con el funcionamiento del equipo.
«Se arrancó lindo. Hoy (el sábado) empezamos perdiendo, pero después prendimos el motor y arrancamos. Estaba media fea la cancha. Son rivales a los que no sabés cómo jugarles y en los primeros minutos nos costó un poquito», dijo en relación a la goleada ante Liniers. Y pensando en el que fue su debut oficial con el equipo de Caballito, agregó: «Por ahí con Atlas nos pasó que no pudimos empezar jugando como veníamos entrenando. Eso nos hizo poner un poco más nerviosas. Pero una vez que en el entretiempo pudimos hablar con el Chino (Demian Alaniz) nos ayudó a verlo distinto y poder empezar a mostrar el juego que tenemos realmente. Con el pasar de los partidos vamos conociéndonos y agarrando confianza. Ya en lo personal, el debut se sintió especial, porque vestís otra camiseta. Representás a otro club, a otra gente. Sentís la presión de tener que hacer un buen papel. Nosotras acá, siendo las del interior, siempre tenemos que tratar de estar bien. Fue distinto».
Mientras se prepara para recibir a Liniers, por la tercera fecha de la Zona A, Mari Costa va mirando de reojo en el calendario el momento en que tocará reencontrarse con sus excompañeras, cuando Ferro y Sarmiento se enfrenten en en Pontevedra por la octava jornada del certamen. «Cuando se hizo el sorteo sentía que Sarmiento iba a estar en la misma zona que nosotras. Creo que somos los dos candidatos a clasificar, junto con algún otro equipo más. Si venías siguiendo el torneo pasado creo que son los dos candidatos. Con el cuerpo técnico hablamos de no perder puntos ahora, antes de los partidos duros que sabemos que se van a venir. Ahora hay que esperar que llegue el día y ver qué pasa», señaló en función del poderío de los dos planteles. Y agregó: «El primer partido que se transmitió lo vio mucha gente de Lincoln. Las chicas de Sarmiento me mandaron saludos antes y después del partido. Eso me pone contenta porque seguimos teniendo una relación linda. Y yo estuve expectante para verlas. Fue un cambio grandísimo. Extraño todo lo que es Sarmiento. A las chicas las extraño un montón. Pero yo necesitaba hacer el cambio para crecer como jugadora y como persona. Siempre quiero que a las chicas les vaya bien, realmente me importa«.
La linqueña llegó a Ferro sabiendo que el equipo había sido, junto a Argentinos Juniors, amplio dominador de la fase regular del campeonato. Sin embargo, ninguno de los dos equipos lograría el ascenso en el Reducido y eso no solo fue un golpe sino también una lección que el cuerpo técnico suele traer al presente en la temporada que comenzó. «Se habla bastante del tema como para que no se repita eso. Es un tema que se trata mucho para evitar cometer los mismos errores, para llegar tranquilas y poder disfrutar de jugar por el ascenso», señaló.
Lo que es seguro es que en Caballito hay plantel de sobra para volver a intentarlo y Mari Costa se animó a elegir a dos de las jugadoras que considera claves en el funcionamiento del equipo: «Cambiamos el sistema de juego. Debutaron chicas que venían de afuera y no habían jugado en AFA y otras que son de Ferro pero chiquitas. En el banco tuvimos también a varias debutantes. Me gusta mucho como juega Ivana (Echeverría) y también mi compañera de mitad de cancha, Ailén Sosa, que la rompe. Pero lo bueno es que coordino bien con todas y eso me dio confianza muy rápido. Muchas veces me toca quedar de cinco sola y siento esa buena conexión con todas».
Ya a nivel personal, dijo que el correr de los partidos le fue dando la seguridad para sacar a relucir ese fútbol que la llevó a ser una de las jugadoras más importantes de Sarmiento la pasada temporada y que hoy pone en función de Ferro, donde continúa persiguiendo el sueño del ascenso.
«Me siento mucho mejor físicamente y futbolísticamente. Demian, El Chino, sabe un montón y me tengo que sacar el sombrero porque me acomodó ahí de cinco, que es donde le gusta que juegue. Como Ailén Sosa tiende a irse más, yo soy la que flota ahí de cinco y ella se suelta. El partido pasado tuve un tiro libre que pasó cerca, pero tengo que afinar la puntería. Por suerte Ivana que tiene una pegada espectacular me deja siempre patear alguno. Ella también es la encargada de patear los penales, pero si la convenzo me va a dejar, jaja», dijo la jugadora que ahora espera poder marcar su primer gol oficial con la camiseta de Ferro.
Por Juani Portiglia