Ecuador es otro de los países sudamericanos que está preparándose para la vuelta del fútbol femenino, con varias particularidades para destacar. En primer lugar porque será la segunda edición de la Superliga que abrió el camino de la profesionalización y es por eso que se esperan avances en esta materia en relación al año pasado. En segundo término porque la Federación Ecuatoriana de Fútbol firmó un acuerdo de tres años con DirecTV para la televisación de todos los partidos del certamen, algo que sin dudas ampliará muchísimo su difusión.
Para tener un panorama todavía más cercano de la realidad del fútbol femenino en Ecuador, Junín24 FutFem pudo dialogar con Maritza Rosero, mediocampista del Club Ñañas que es el subcampeón vigente de Primera División y que compitió en la última edición de la Copa Libertadores.
«Durante la cuarentena hemos estado trabajando desde casa, de lunes a viernes. Esta semana se realizarán las pruebas de Covid-19. La próxima, a partir del 20, comenzaríamos con los entrenamientos en el campo con el distanciamiento pertinente y dividido en distintas fases», expresó.
Y en relación a los testeos, agregó: «Estamos tranquilas porque realmente nos hemos cuidado. Claro que siempre está esa incertidumbre de si alguien da positivo cómo se va a manejar el tema y qué va a pasar. Hemos tenido reuniones grupales de seguimiento y todas estamos bien. No hemos tenido casos de contagios cercanos, entonces esperamos que todas estemos en condiciones para empezar los entrenamientos».
La decisión de la Federación Ecuatoriana es que la Superliga Femenina pueda comenzar el 22 de agosto, aunque hubo equipos que plantearon en una carta enviada al Directorio que sería oportuno retrasar el inicio hasta el 29 de septiembre. Según contó la jugadora de Ñañas, hasta el momento no hubo comunicado oficial que cambie la fecha prevista en un principio.
Hasta el 14 de julio, Ecuador registraba un total de 68459 casos positivos de coronavirus y 5063 de muertos, también con alto número de recuperados que asciende a 30369. Maritza Rosero explicó que, como sucede en todo el mundo, las zonas más afectadas son las grandes ciudades como Guayaquil, Quito y Cuenca, donde la realidad realmente es complicada y por eso que se mantenga la fecha de inicio prevista dependerá mucho de los resultados que arrojen los estudios médicos de todas las plantillas.
En relación a la actualidad del fútbol femenino en Ecuador, la realidad es muy similar a la de otros países en Sudamérica, con presencia de una liga de Primera División que la mediocampista de Ñañas definió como semiprofesional, pero con un importante avance en el último tiempo. «El camino de profesionalización se dio el año anterior . El hecho de que también hayamos sido sede de la Libertadores en octubre también fue un impulso importante. Entonces, estamos con muchas expectativas por ver cómo se va a desarrollar este año la Superliga Femenina», señaló.
«El camino de profesionalización se dio el año anterior y haber sido sede de la Libertadores fue un impulso importante»
Gran parte de esas expectativas están puestas también en la televisación, que ahora permitirá ver todos los partidos del certamen. «DirecTV ha realizado un contrato con la Federación por tres años para transmitir todos los partidos de la Superliga. Es una buena noticia para nosotras, ya por el solo hecho de que nos transmitan. También por la hinchada que no va a poder asistir a los estadios, así que es algo muy positivo para el fútbol femenino acá en el Ecuador «, dijo.
Y agregó: «Por otro lado, ahora estaremos a la mira del mundo. Es un espacio importante para poder mostrarnos. Es un poquito más de presión, pero una vez en la cancha ya haces lo que sabes y te olvidas. Lo importante es dar un buen espectáculo».
Rosero llegó a Ñañas en 2018 y será una de las futbolistas con mayor antigüedad en un plantel que, según contó, se ha renovado mucho respecto del que logró el subcampeonato el año pasado. Pero más allá de los cambios, el objetivo sigue siendo ser protagonistas: «Es una plantilla nueva se podría decir, pero muy variada. Tenemos jugadoras de la sierra, de la costa, de diferentes partes del país. También tenemos jugadoras internacionales, entonces es un plantel joven y nuevo, porque solo algunas jugadoras nos mantenemos de la anterior temporada. Estamos con mucha expectativa, nuestro reto es quedar campeonas y representar nuevamente al Ecuador en Copa Libertadores«.
LOS INICIOS
A diferencia con lo que sucede con muchas futbolistas en el continente, que comienzan de manera tardía a jugar fútbol, Maritza Rosero tuvo la suerte de hacerlo prácticamente desde que tiene memoria. De acompañar a su papá al estadio, probó ella también con la pelota desde temprana edad y ya en la escuela participó de campeonatos intercolegiales de fútbol sala.
«Mi colegio era femenino y participábamos contra otros colegios. Aquí se fomenta bastante el fútbol femenino en los colegios del país. Más grande ya comencé a jugar representando a mi provincia, que es Pichincha, posteriormente en la universidad y ya luego comencé en el fútbol profesional», contó.
ÑAÑAS ES ESCUELA
Conocedora de la importancia que tiene relacionarse con el deporte desde pequeña, la mediocampista de 28 años destacó el trabajo que hace su equipo en la formación de jugadoras. «Tenemos algunas escuelas formativas. Tenía entendido que había de niñas y también a partir de los 12 años. En el último tiempo se creó una escuela virtual que se llama Semillero Ñañas, así como un master que es para mayores de 25″, dijo.
Y agregó: «Últimamente hay cada vez más clubes con escuelas formativas. Sin embargo Ñañas siempre ha destacado por su participación desde edades muy pequeñas. De hecho nuestra primera plantilla cuenta con jugadoras muy chiquitas, de 15 años, 17 años. Es muy variado y siempre le damos mucha prioridad a nuestras chiquitas. Creo que el hecho de que las chicas se preparen desde edades muy pequeñas, jueguen campeonatos nacionales e internacionales por la apertura que se ha dado a la parte formativa, es experiencia que en unos cuantos años será muy beneficiosa tanto para ellas como para el fútbol de Ecuador«.
REFERENTES Y OBJETIVOS
A la hora de pensar en modelos a seguir, Maritza Rosero tiene referencias en el fútbol masculino y femenino. Enseguida señala a la estadounidense Megan Rapinoe, que milita en el OL Reign de su país, y a Luka Modric, jugador croata del Real Madrid. Entre ambos, no tarda en trazar el paralelismo: «Tienen un estilo inteligente. Crean mucho juego en equipo, generan asistencias y son muy ofensivos en el campo».
«El hecho de que en España miren nuestreo fútbol y que algunas jugadoras ya estén por allá es un plus para que otras puedan llegar»
Entre sus sueños, espera poder jugar en la Selección de Ecuador y también salir al exterior, ya que dijo ser admiradora del fútbol europeo y especialmente del español, donde ya brillan varios talentos de Sudamérica. «El hecho de que miren nuestro fútbol y de que algunas jugadoras ya estén por allá es un plus para que otras puedan llegar», aseguró.
Las realidades de un continente a otro en relación al fútbol femenino todavía son muy distantes, especialmente en lo vinculado con poder desarrollarse plenamente como deportista. Lo que no cambia es la pasión y eso la jugadora de Ñañas lo entiende a la perfección: «En Ecuador todavía es necesario tener un trabajo extra para tener rentabilidad. El hecho de solo vivir del fútbol no es tan rentable hoy. En mi caso trabajo y me dedico al fútbol. Ciertas chicas también lo hacen, es algo muy común. Es mucho el sacrificio que se realiza. A veces dejamos de hacer muchas otras cosas por el fútbol, incluso a nuestras familias. Es un esfuerzo muy grande, pero más grande es la pasión«.
Por Juani Portiglia