En cualquier pueblo futbolero, ponerse la diez trasciende la cancha. Refiere a tomar las riendas, a hacerse cargo, a dar la cara. A tomar cartas en el asunto, a decidir, organizar, servir de ejemplo. A materializar lo que otros no quisieron o no pudieron, por falta de talento o de voluntad o de decisión. En tiempos de pandemia, la diez de Panamá ha comenzado a hacer todo eso y más, porque entiende que el Covid-19 también ha sido una señal para la humanidad. Una invitación a cambiar usos y costumbres. A revincularse de manera diferente con el ambiente en que cada quien se desarrolle.
Lejos de las canchas, temiendo incluso haberse olvidado de jugar como ella misma confesó -aunque no le creímos-, Marta Cox volvió a ponerse la diez y decidió que era tiempo de ayudar a quienes más lo necesitan. Buscó apoyo y lo encontró en algunos de los referentes del seleccionado canalero que hizo historia clasificándose por primera vez a un Mundial, en Rusia 2018. Salió a la calle, con su cubrebocas, y entregó en persona todo lo que pudo conseguir en un humilde barrio del Valle de San Francisco. Y avisó que lo seguirá haciendo el tiempo que haga falta.
-¿Cómo se vive el aislamiento en Panamá?
-La verdad estamos un poco ahogados con todo lo que ha pasado. Hubo muchos casos, muchas muertes. Siento que todo esto está poniendo a prueba al mundo, sobre muchas cosas que hay que cambiar. Panamá está muy tocado. Hace unas semanas se había levantado todo, a ver cómo iba a funcionar, y la verdad que empeoramos más de lo que estábamos. Ahora volvimos al inicio, con las reglas que se habían puesto. Salen las mujeres unos días, los hombres otros… Siempre y cuando tengas la cédula correcta para cada horario asignado.
-Vi que volviste a ponerte la diez y saliste a ayudar a los que más lo necesitan. ¿Cómo te surgió?
-Fue algo que me tocó , como puse en el post de Instagram. En momentos difíciles muchas personas piensan en dar la mitad de lo que tienen. He buscado personas que me han dado muchos apoyos. Jugadores que han sudado la camiseta de la Selección de Panamá y otros equipos. Ellos me han dado el apoyo, han visto el gesto que me ha nacido de ayudar a las personas que realmente lo necesitan. Yo necesito, pero hay muchas personas que necesitan más que yo. Lo he hablado con otra compañera del equipo y me he sumado a esa tarea de brindar apoyo a las personas que lo necesitan, a muchas que están perdidas en la drogadicción, a los niños. Estamos viendo si podemos ir a otros lugares a aportar nuestro granito de arena. Vamos a seguir hasta donde podamos. Si tenemos que parar un día y recolectar más dinero, lo vamos a hacer. Si tenemos que salir a buscar más apoyos, también. Nunca podemos quedarnos con las manos vacías sabiendo que hay muchas personas que necesitan poder comer.
-¿Se puede decir qué jugadores se involucraron?
-Han sido jugadores como Pipe (Felipe) Baloy, Blas Pérez… Y otras personas que son parte del barrio. Siempre estaré agradecida con ellos y para lo que ellos necesiten yo siempre estaré disponible también.
-¿Era algo que ya hacías antes de la pandemia?
-La verdad que no, porque soy una persona muy tímida en toda esa parte de pedir apoyos. Nunca he tenido costumbre de pedir nada, porque mis padres me acostumbraron a no hacerlo. Sentí que al ver lo que está pasando en nuestro país y en el mundo muchas personas no iban a negarse a dar algo. Trato de pedir de la mejor manera, de ser responsable. Después todos vieron lo que postee y a dónde se destinó todo. Me nació realmente por ver lo que está pasando. También lo que pasa con el Gobierno, que es algo que ya no va por mi cuenta. Yo estoy dando lo que puedo de corazón. El Gobierno sabrá cuándo podrá realmente ayudar.
«Recibí apoyo de jugadores como Pipe Baloy y Blas Pérez. Siempre estaré agradecida con ellos y disponible para lo que necesiten»
-¿El inicio de la pandemia te encontró en Colombia o en Panamá?
-Estaba aquí en Panamá, ya sacando mi permiso para poder ir a hacer una prueba en Argentina. En dos días se alborotó la pandemia y ya no pude ir. Tenía permiso y todo. Pero tuve que hacerme atrás.
-¿Con qué equipo ibas a venir a probar?
-Con San Lorenzo.
-¿Y vas a insistir cuando todo pase?
-La verdad no sé. Eso lo decide la agencia que maneja mis cosas. Pero la verdad que si tengo que ir allá voy a ir con todas. Donde tenga una buena propuesta voy a ir.
-¿Cuál es la situación de la liga de Colombia?
-La verdad que en los equipos que he estado me ha ido súper bien. En Colombia creo que la liga empezará en septiembre. Creo que el torneo cada vez se pone más bueno. Realmente hay jugadoras que sí pelean por sus derechos, que tratan que las tomen en serio. Tú sabes que el fútbol femenino estaba un poco olvidado, no le prestaban atención. En Colombia la liga se hizo profesional. Hay muchos estadios, mucha hinchada. Realmente siento que cada año que pasa el fútbol de Colombia crece. Realmente es una liga muy buena.
-Si no hacés la prueba en San Lorenzo, ¿seguís ligada a Cortuluá o se terminó tu vínculo?
-Realmente Cortuluá este año no va a estar en la Liga. No sé por qué. Siento que mi agencia está buscando un club que realmente sea para mí. Que reúna todas las cualidades para tratar a la jugadora profesional que soy. Y si no puedo ir a San Lorenzo y tengo que volver a Colombia lo voy a hacer, porque realmente no quiero quedarme jugando en Panamá. La verdad que no me sirve. En mi agencia me dicen que tengo demasiado fútbol como para estar en ligas que no apoyan el femenino. Hace falta compromiso para que la mentalidad de la jugadora pueda cambiar, para que cambie la preparación física… Yo necesito estar en un club donde me pueda sentir bien. A cualquier equipo que voy me adapto muy rápido, no sé por qué.
-Porque jugás bien. Así es más fácil…
-Pero tampoco hago problema nunca con nadie. Soy bien pana en esa cosa de compartir. No me gusta hacerme de enemigos. Yo voy a un club a ganarme un puesto, no a hacer enemigos. Eso pasa mucho en el femenino, no se vaya a creer que no.
-Si se da la prueba en San Lorenzo, te vas a encontrar con una de las jugadoras que más ha luchado por los derechos de las futbolistas, que es Macarena Sánchez.
-La verdad cuando yo escuché San Lorenzo fui al Instagram a revisar, porque mi agencia me dijo que mirara a ver si me gustaba. Me enseñan la ciudad, todo. Y vi que es un equipo, tanto en masculino como femenino, que está organizado. Vi que fue el primer club que firmó contratos profesionales a sus jugadoras y que tiene todo lo que necesita una futbolista.
«Vi que San Lorenzo fue el primer club que firmó contratos profesionales y que tiene todo lo que necesita una futbolista»
-Algo muy importante que está por pasarle al fútbol femenino panameño es la disputa del Mundial Sub-20 en el país. ¿Crees que va a ayudar a que se le de más importancia a la disciplina?
-El panameño sigue mucho lo que está de moda. Y cuando eso pasa, se olvidan de las cosas. Puede que las dirigencias apuesten más, como puede que no. Todavía no se ve ese gran interés, esas ganas de realzar el fútbol femenino. Ahorita los dirigentes nuevos sí han cambiado muchas cosas: el pago, cómo nos tratan. Anteriormente nosotras éramos nulas. Ahora, como a nivel mundial está creciendo, intentan que poquito a poquito se realce. Pero falta demasiado. Se han desperdiciado muchísimas jugadoras muy buenas en nuestro país. Eso es lo que duele porque somos seres humanos. Yo pienso es en sacar fruto de esto, porque realmente lo que a mí me mata, lo que a mí me apasiona, lo que a mí me encanta hacer es jugar fútbol. Y siento que no puedo desarrollarme acá.
-Por un mes, ¿te gustaría tener 19 años otra vez y poder jugar el Mundial en tu país?
-Claro, me interesaría mucho. He luchado muchísimo para jugar un Mundial. El de Francia no se nos dio. Estuvimos muy cerca y no hay que renegarle nada a Dios. Pasó. Pero cuando me acuerdo de eso se me aguan los ojos y digo era mi oportunidad, a mis 21 años, de estar jugando con las grandes jugadoras del mundo. No me interesaría que me llenaran de goles. Lo importante sería llegar y ver la bandera de mi país en un Mundial. Ver a mi familia ahí. Hubiera sido un espectáculo para nunca olvidar en mi vida deportiva.
«He luchado mucho por jugar un Mundial. El de Francia no se nos dio y no hay que renegarle nada a Dios. Pero cuando me acuerdo se me aguan los ojos»
-Lo bueno de todo esto es que vas a tener más oportunidades de conseguirlo.
-Yo siempre lo digo, porque tengo varias compañeras que van a jugar en el Mundial Sub-20 aquí. Aunque no sabemos si se va a dar, dependiendo de cómo avance todo en Panamá. Yo les digo aprovechen. Ustedes tienen 16, 17, 18, 19 años. Aprovechen porque yo luché muchísimo para llegar a un Mundial y no llegué. Tengo 22 años y mi hoja de vida está rellena de alegría. ¿Pero te imaginas con un Mundial? Dios primero, ojalá se me cumpla en tres o cuatro años.
-Vi que tenés tremendo regalo de Ali Krieger… ¿Cómo llegó esa camiseta?
-La verdad que contra Estados Unidos jugué súper bien, aunque no se nos dio. Fui una de las jugadoras más destacadas del Torneo, una de las jugadoras referentes de la Selección de Panamá. A pesar que muchas personas hablaron mucha mierda de que yo no iba a dar bola. Y en el partido, bueno, recibí muchas patadas de Ali Krieger. Yo trataba de dar lo mejor, con errores y todo. Cuando acabó el partido, nos saludamos y ella me hablaba en inglés. Yo entiendo un poquito, pero sabía que se trataba de un t-shirt. Nunca pensé que ella fuera hacia donde estaba, sabiendo que es una jugadora que ha ganado dos mundiales… Nunca pensé que me la estaba obsequiando. Me quedé con los ojos que se me aguaron. Tenía una compañera que sí hablaba en inglés y me dijo que lo que me estaba diciendo es que me iba a dar la camisa de ella. Y dije está bien, yo la voy a recibir. Me decía que al salir del camerino me la daba. Yo me quedé en el aire. Nunca pensé que ella iba a escogerme para dármela, porque a ella misma le salió decir te voy a regalar mi camiseta. Yo no sé si habrá sido porque me estaba pegando mucho.
¿Y la foto quién la sacó?
-Cuando me la dio, ahí dije vamos a tomarnos la foto. A mí me hubiera gustado poder darle mi camiseta, pero no me dejaron por cuestiones de la utilería. Qué pena, la verdad. Qué pena fue eso. Mi compañera me seguía traduciendo y ella me decía felicidades, que siga así, que jugaba muy bien. Ya luego cada cual se fue para su camerino. Cuando llegué con la camiseta me estaban haciendo más coro…
Por Juani Portiglia
Mandá un mensaje al 236 469-5729 con la palabra ALTA y agreganos como contacto en tu agenda para recibir noticias diarias en tu celular. ¿Conocés alguien que también quiere recibir las noticias de Junín24? Reenviale este mensaje y que clickeé este link http://bit.ly/2QuXYtp