Es inevitable que llame la atención el presuroso desembarco de Marcelo Tinelli como Secretario de Selecciones Nacionales cuando había un dirigente en el cargo, y especialmente, antes de que asuma Chiqui Tapia como nuevo presidente de la AFA. La llegada de Tinelli era parte de un acuerdo político dentro del reparto de poder, pero hubo un factor que aceleró todo abruptamente y le abrió la puerta de par en par al hombre fuerte de la TV y vicepresidente de San Lorenzo: el pedido expreso de Lionel Messi como cabeza y referente del plantel argentino.
Messi jugó fuerte en esta historia. El crack del Barcelona, y también Javier Mascherano, querían a Tinelli con ellos en la Selección porque tienen una buena relación desde hace años, y además, entienden que puede resolverles todos los problemas de logística y organización que el equipo nacional ha tenido en los últimos tiempos, y que han sido motivo de enojo y fastidio de los jugadores.
Hasta ahora Jorge Miadosqui ocupaba el lugar que Tinelli ya estrenó ayer en el primer entrenamiento del seleccionado. Con el presidente de San Martín de San Juan no había problemas, y hasta incluso podría seguir colaborando. También se sumaría Juan Sebastián Verón como dirigente a cargo de las selecciones juveniles (también tiene gran relación con Messi).
Un mensaje y un llamado desde Barcelona de Messi a Tinelli fueron fundamentales. Y todo tenía que ser ahora. Antes de la doble fecha eliminatoria ante Chile y Bolivia, dos partidos clave para la clasificación al Mundial de Rusia 2018. Por eso se necesitó de la firma de un integrante de la Comisión Normalizadora para que pudiera asumir y entrar en funciones. Armando Pérez no firmó, pero sí lo hizo Javier Medin. No había tiempo para esperar que la Asamblea de la AFA proclame presidente el 29 de marzo a Chiqui Tapia, otro hombre que estuvo cerca de Messi y los jugadores durante todo 2016. Los jugadores querían a Tinelli ya mismo al margen del acuerdo político para que «el cuervo» ocupe ese lugar.
De hecho, tuvo una primera reunión la semana pasada con el Patón Bauza, lo que generó críticas de Diego Maradona, para empezar a delinear las nuevas formas de trabajo. Y se pasó gran parte del lunes en el predio de Ezeiza para recibir y hablar con los jugadores. Incluso, esperó la llegada de Gonzalo Higuaín y Paulo Dybala por la noche. Hoy también tendrá agenda cargada porque llegaron Messi y Mascherano, los dos referentes del grupo.
Marcelo viajará a La Paz con el seleccionado argentino porque ahora más que nunca quiere estar cerca. Messi confía en él mucho más que en los dirigentes de AFA que tantos dolores de cabeza le dieron en los últimos años por la desorganización e improvisación para manejar los temas de la Selección como vuelos, hotelería y demás.
Ya comenzó una nueva etapa en la relación entre el plantel y la dirigencia. Tinelli está a la cabeza, justamente. Y Messi, más tranquilo.
