No es un final feliz. Es la mayor derrota de los futbolistas ante las corporaciones. El triunfo del negocio por sobre el fútbol y las libertades de sus sus verdaderos protagonistas. Que ni siquiera el mejor jugador del mundo se haya ganado el poder de decidir lo que prefiera para su carrera es la mayor prueba de todo ello.
Tras la derrota y eliminación de Barcelona 8-2 ante Bayern Munich por Champions League, el crack argentino finalmente había tomado la decisión que venía masticando al menos desde hace dos temporadas, por sus constantes cortocircuitos con el presidente Josep María Bartomeu. Si la había demorado es por el cariño que siente por la ciudad, por el club y por sus hinchas. Pero nada más.
Messi quería, seguramente todavía quiere, irse del club culé. Así se lo manifestó a la directiva a través de un documento. Pero intercedió LaLiga, que no quiere soltar a su mayor fuente de ingresos tras haber perdido ya a Cristiano Ronaldo. Y Barcelona, a partir de ahora el más desagradecido de los clubes del planeta, también llenó de trabas su salida, incluso existiendo un contrato que daba a La Pulga la potestad de irse cuando lo deseara.
«Jamás iría a juicio contra el club de mi vida, por eso me voy a quedar en el Barcelona», dijo Lionel Messi en una entrevista exclusiva con Goal. Esa es la única razón. A nivel dirigencial, las relaciones están rotas y es por eso que el argentino remarcó que su permanencia no condice con sus deseos, que siguen siendo partir.
«Le dije al club, sobre todo, al presidente, que me quería ir. Se lo llevo diciendo todo el año. Creía que era el momento de dar un paso al costado y pensaba que se había terminado mi etapa en Barcelona sintiéndolo muchísimo porque siempre dije que quería acabar mi carrera aquí», manifestó.
Y agregó: «Siempre dije que quería acabar aquí y siempre dije que me quería quedar aquí. Que quería un proyecto ganador y ganar títulos con el club para seguir agrandando la leyenda del Barcelona a nivel de títulos. Y la verdad que hace tiempo que no hay proyecto ni hay nada, se van haciendo malabares y van tapando agujeros a medida que van pasando las cosas. Como dije antes siempre pensé el bienestar de mi familia y del club».