Gabriel Aranda, uno de los tantos hinchas de Racing que fue al Obelisco a celebrar el flamante título en la Superliga, se llevó todas las miradas por su particular «acompañante»: el cráneo de su abuelo fallecido.
«Estaba en el nicho y lo saqué. Es la cábala de Racing», contó sin ningún tipo de reparo el hombre, entrevistado por TNT Sports.
«Él estaría orgulloso porque lo saqué», intentó explicar Gabriel ante la azorada mirada del cronista.