Con gol de Celeste Esper, Origone se impuso 1-0 a Independiente y sacó boleto a las semifinales del Nocturno 2025 de la Liga Deportiva del Oeste.
Origone le ganó a Independiente con un gol Made in Roca y se clasificó a las semifinales del Nocturno
La vuelta de Origone a formar parte de los cuatro mejores equipos de la Liga Deportiva del Oeste requería de volver a la semilla, de reconectarse con lo autóctono. Casualidad o destino, mérito sin dudas, la encargada de marcar el gol que llevó a semifinales al equipo de su pueblo fue Celeste Esper, una de las que insistió para que el club hiciera lugar a que un plantel de fútbol femenino pudiera competir de manera oficial y que hoy también tiene el privilegio de ver que la siguen otras, tan de la raíz como ella, jugando en la categoría Sub 13.
Pero hubo mucho para contar antes de llegar al desenlace, porque el equipo de Agustín Roca se jugó ante Independiente una llave de largo conocimiento interno, en el que se batalló para controlar la mitad de la cancha, pero en el que también hubo ocasiones en los dos arcos como para sentenciar que un solo gol le quedó corto a la noche en cancha de Defensa.
Tácticamente, hubo detalles para resaltar como punto de partida. El Rojo salió a jugar con línea de tres en el fondo, conformada por Celeste Aramendi, Lucrecia Paviolo y Carolina Gauna; sobrepobló la zona central con Ludmila Reynoso y Ailen Giupponi, buscó ser ancho con Abril Magistrello y Guillermina Fabala por las bandas; juntó a Milagros Moreno y Delfina Ardiles para la creación y dejó a Delfina Giménez como delantera de referencia. Origone no tuvo esa atacante fácilmente reconocible, porque Milagros Suárez se movió por toda la zona ofensiva, cambiando de extremo en función de la orientación de los ataques y de su propia comodidad. En el fondo plantó línea de cuatro para ordenarse, con Dalila Marra repitiendo en su nuevo rol de lateral por izquierda, Daniela Ferro y Milagros Juárez como centrales, además de Sabrina Peña por banda derecha. La que se adelantó unos metros fue Yamila Astrada, que se sumó a la mitad de la cancha para asistir a Priscila Novillo en la tarea de reducirle los espacios a Milagros Moreno. Celeste Esper ocupó la zona derecha de esa mitad de cancha, Rocío Araya se desprendió arrancando desde la izquierda para ser casi una segunda atacante y Guadalupe Corres buscó ser nexo, sin resignar sacrificio en la recuperación.
El pizarrón comenzó funcionando mejor para el equipo de Mariano Reynoso, principalmente por la buena sintonía en que inició el encuentro Delfina Ardiles, que aprovechó que Moreno fuera blanco del rival para recibir muchas veces con libertad, buscando bien los espacios, y tomó buenas decisiones en la gestión de los ataques. Fue ella la encargada de iniciar la primera acción de peligro, con desborde y centro desde la izquierda que ubicó a Abril Magistrello, quien no pudo definir en primera instancia pero sí en el rebote que recapturó para sacar un remate que salió alto. También ella, ahora recostada sobre la derecha, se generó el espacio para armar su propio disparo, que salió ancho.
Para marcar territorio, fue Milagros Suárez la que encabezó la primera llegada a fondo de Origone, en una salida rápida que la tuvo como protagonista de una patriada por banda derecha, para llegada al fondo meter un buscapié que cruzó el área sin que llegara nadie para empujar. Pero la respuesta derivó en la acción más clara de Independiente en una primera mitad en la que mereció algo más. Guillermina Fabala encontró a Milagros Moreno sobre la izquierda y esta metió un gran centro que cayó a los pies de Delfina Giménez, que le ofreció a la pelota toda la cara interna de su botín para alejarla de la posición de Patricia Vargas, pero que vio como el palo le negó el festejo. Golpe por golpe, otras vez Suárez se llevó una pelota que ganó bien poniendo el cuerpo en mitad de cancha y ofreció un pase todavía mejor para que Araya se metiera al área en posición de remate, pero terminó abriéndose demasiado en el control y quitándose ángulo de tiro, dando como resultado una definición exigida que terminó en las manos de Andrea Armendariz.
Tras un gol invalidado de Delfina Giménez por posición fuera de juego, Guadalupe Corres comandó un ataque central tras cuerpear bien a su marcadora para mantenerse en posesión de la pelota y cedió al ingreso al área de Suárez, que controló y probó con un remate que salió alto. Independiente respondió con dos tiros de esquina bien ejecutados por Milagros Moreno; el primero cerrado para exigir la respuesta de Patricia Vargas; el segundo flotado para que recibiera Guillermina Fabala por el segundo palo, sin poder terminar de impactar bien una pelota que otra vez controlo la Uno de Origone.
Tanto Mariano Reynoso como Marisa Martínez propusieron variantes para salir a jugar el complemento. En El Rojo ingresó Morena Tamburini para ocupar la posición de Guillermina Fabala sobre la izquierda. En el equipo de Agustín Roca dejó la cancha Dalila Marra para el ingreso de Sol Fermanelli. Poco a poco Independiente fue cediendo la iniciativa que había tenido en la primera mitad, especialmente porque comenzó a encontrar con menos frecuencia la presencia de Ardiles.
La primera de esa segunda mitad fue para Origone, después de un tiro libre que Guadalupe Corres metió al área para que peinara Priscila Novillo encontrando la posición de Araya recostada por la izquierda, para que esta se generara el espacio en una buena maniobra individual y sacara un remate que salió rozando el travesaño. La gran labor en la contención de Yamila Astrada y Priscila Novillo empezó a alejar al Rojo del arco, mientras que las Rockeras siguieron acumulando opciones para abrir el marcador. Celeste Esper encontró bien por derecha a Milagros Suárez y esta armó rápido un disparo al primer palo que exigió la estirada de Andrea Armendariz para sacar al córner.
Porque a tanta acción no podía faltarle la polémica, todo Independiente reclamó un penal por mano en el área de Daniela Ferro en una acción que Melina Eizaguirre acusó ver con claridad, pero no interpretó como sancionable. Delfina Ardiles había metido un buen centro desde la derecha y la defensora de Origone intentado recepcionar con el muslo, pero fue la extensión de sus dos brazos lo que evitó que el control se le fuera largo, por impactar la pelota en uno de ellos, para permitirle luego despejar.
Todavía no habían cesado los reclamos cuando Guadalupe Corres se hizo cargo de un tiro libre atrás de mitad de cancha, para con un remate violento impulsar una pelota contra el área que ninguna defensora del Rojo logró despejar, permitiéndole a Celeste Esper recibir por el segundo palo y con nervios de acero ensayar una definición sutil, por encima de Armendariz, para marcar el 1-0 que fue definitivo, que le dio al equipo de su pueblo la posibilidad de volver a jugar una semifinal. También la de soñar, que cuesta nada.