Leonardo Ponzio y otros 35 futbolistas serán juzgados por el presunto arreglo del partido entre el Levante y el Zaragoza el 21 de mayo de 2011, que ganó 2-1 la visita y con el que se salvó del descenso en La Liga. Además, en la lista de imputados también están los argentinos Nicolás Bertolo y Leonardo Franco.
En la causa se cita que el director deportivo Antonio Prieto Martínez, el entrenador Javier Aguirre y los tres capitanes del Zaragoza -Gabriel Fernández, Jorge López y Ponzio- resolvieron arreglar el encuentro (con la anuencia del resto del plantel) para evitar el descenso, y se estima que el Levante se llevó 1.200.000 dólares.
Todos los implicados negaron el hecho y se archivó la causa, pero la reabrieron tras una apelación de la Fiscalía, la Liga de Fútbol Profesional y el Deportivo La Coruña, que por el resultado de ése partido perdió la categoría.
Como pruebas figuraron el reparto de 965.000 euros que el conjunto Maño depositó en las cuentas bancarias de nueve de sus futbolistas (junto con las del DT y el director deportivo) cuatro días antes del partido.
El juicio podría ser en seis meses, y por el delito de «alterar de manera deliberada y fraudulenta el resultado de una competición deportiva profesional» la pena es de entre seis meses y cuatro años de cárcel, además de una multa económica y la inhabilitación de uno a seis años.