El encuentro entre Independiente Rivadavia de Mendoza y Atlanta se suspendió a los 7 minutos de la etapa inicial por incidentes en la tribuna del conjunto local, a la que ingresaron barras con armas de fuego, elementos cortantes y los rostros cubiertos en el estadio Bautista Gargantini de la capital de la provincia cuyana.
El árbitro Leandro Rey Hilfer, tras aguardar más de 20 minutos, decidió suspender el partido debido a que la policía mendocina no le ofrecía garantías para continuar por un grave choque entre dos fracciones de la barra de la Lepra, que concluyó con dos heridos leves.
A los cinco minutos de juego entraron en la tribuna local barras con palos y rostros cubiertos, elementos cortantes y, al menos una persona ingresó con un arma de fuego y comenzó a disparar tiros al aire, lo que provocó corridas y momentos de extrema tensión en la popular Salvador Iúdica, informaron fuentes de la prensa local.
Por su parte, el Jefe de la Policia local, Roberto Munives, en declaraciones a Cadena 3 en Mendoza, comentó: «El inconveniente se dio por las facciones internas dentro de Independiente Rivadavia. La gente a cargo del operativo logró desactivar el problema, se evacuaron las personas y ante la chance que se recrudecieran los inconvenientes se decidió la suspensión del encuentro».
«Se observaron armas en el enfrentamiento, pero ya estaban dentro del estadio porque en la requisa realizada al ingreso del mismo no se detectaron armas. Se presume que ya estaban ingresadas previamente, en algún otro momento», prosiguió Munives.
También hubo golpes de puños en la platea del sector este. El árbitro detuvo el partido a los cinco minutos del primer tiempo y a los 12 se produjo otra corrida en la que arrinconaron a los hinchas que no querían plegarse a ellos a cantar y originar desmanes.
Todo sucedía ante la pasividad de la policía y mientras los futbolistas de ambos elencos calentaban adentro del campo de juego.
Después de varios minutos, los jugadores de ambos planteles se fueron al vestuario, tras lo cual y luego de conversar con los encargados de la seguridad, Rey Hilfer suspendió el encuentro.