El 5 y 6 de marzo se disputó la jornada inaugural de una nueva temporada de la Primera B de AFA, que estará terminando recién en noviembre, días antes del inicio del Mundial de fútbol masculino que se disputará en Qatar. Si se toma en cuenta la preparación previa que cada equipo realizó de cara a tan importante competencia, se puede hablar de un año calendario completo con máxima exigencia para futbolistas que en su amplia mayoría son cien por ciento amateurs y necesitan hacer convivir el fútbol con otras responsabilidades como el trabajo y el estudio.
Ya se completaron dos de las cuatro etapas del torneo. La primera en que todos compitieron divididos en dos zonas, para determinar si en la segunda mitad del torneo jugarían por el ascenso o por mantener la categoría. Hoy comenzará la segunda ronda de la Fase de Ascenso y la Fase Permanencia. Y quedará pendiente todavía una fase de playoffs.
Por primera vez, en las oficinas de AFA se decidió que entre la finalización de la Fase Regular y las fases de Ascenso y Permanencia, los equipos no podrían reforzarse. Peor que eso, que ni siquiera podrían inscribir nuevas futbolistas aunque estas ya formaran parte de la estructura del club. ¿El argumento? Quienes fueron mayoría en la votación, aunque ahora nadie reconoce haber votado por ello, alegaron que los equipos de la categoría iban a «robarse» las jugadoras entre sí. Ya desde la justificación se les pasó por alto que si la jugadora no tiene contrato, no es propiedad del club. Más bien elige jugar ahí. Y si está cómoda con su elección, no tendría por qué querer salir a mitad de competencia si no es para buscar condiciones superadoras. ¿Será que fue la opción más cómoda para seguir ofreciéndoles lo mínimo e indispensable?
Más grande se vuelve el error si se tiene en cuenta que se prohibieron los refuerzos, pero que no se dispuso ninguna protección para que los equipos de Primera A no los desmantelaran. Más obvio imposible que los clubes de la máxima categoría del fútbol argentino ven el ascenso como la isla del tesoro, por la posibilidad de conseguir talentosísimas jugadoras a muy bajo precio, precisamente por la ausencia de contratos. Entonces, para disputar la segunda etapa del torneo ya fueron muchos los clubes que se vieron diezmados, no solo por perder algunas de sus mejores futbolistas, sino por ni siquiera tener el derecho a reemplazarlas por una juvenil.
Solo por nombrar algunos ejemplos, Argentinos Juniors se quedó sin Kishi Núñez, su goleadora e integrante de la Selección Argentina Sub-20. Claypole está a punto de perder a Jimena Romeo, quien mientras decide su futuro lleva ya varios partidos sin formar parte del equipo. Vélez perdió desde mayo a Florencia Crotone, referente y capitana desde que hizo su debut en Primera C; y Luana Mendizábal. Belgrano de Córdoba vio partir a Camila Casas, otra convocada frecuente a la Selección Argentina Sub-20, rumbo al fútbol universitario de los Estados Unidos.
Sarmiento, que como pudo saber Junín24 Fútbol Femenino votó en contra de tan ridícula decisión, hace tiempo que no puede contar con Yanela Tracchia, quien estando afianzada en el equipo sufrió una fractura de tibia y peroné disputando la final de la Liga Desarrollo Sub-16 ante River. Además de eso, tuvo la fortuna de contar con la buena predisposición de futbolistas que fueron tentadas por equipos de Primera A pero se comprometieron a quedarse al menos hasta que finalice el torneo. También Argentino de Rosario, otro que no prestó su consentimiento a la reglamentación, sufrió dos bajas muy significativas por lesión, ya que no ha podido contar con Camila Rodas ni con la ex-SOMISA Liana Andrada desde las primeras fechas de la Fase Regular.
Atlas, que había hecho un esfuerzo enorme para entrar a la Fase de Ascenso, terminó jugando la primera ronda de dicha instancia sin suplentes tras la salida de su entrenador y la partida junto a él de un significativo número de futbolistas, entre ellas quien venía siendo su goleadora Ángela Guerrero. También Puerto Nuevo, que a tono con los equipos que no pertenecen a la Capital y el Conurbano votó en contra de la medida, perdió muchas futbolistas en el camino que está intentando recuperar poco a poco, al menos para finalizar el torneo. Argentino de Quilmes no puede contar desde hace varias fechas con so goleadora Yoselie Monges, quien regresó a su provincia por asuntos personales.
Se dirá en AFA que la decisión fue democrática, que se dispuso lo que votó la mayoría. Es difícil considerar democrática una votación que no fue secreta y que contó con alianzas evidentes, consensuadas entre quienes mayor llegada tienen al poder. Otra vez arruinaron el ascenso, con un error que expuso y perjudicó incluso a quienes lo provocaron. No se pueden dar el lujo de repetirlo.