Un equipo jaqueado por las lesiones y con la necesidad de volver a convertir goles. Ese es el presente de este River que quiere dar pelea en la Superliga y busca con ansias esa victoria que le permita volver a meterse en los puestos de privilegio. En esa búsqueda se permite contar con dos marcas envidiables: una serie de doce partidos sin conocer la derrota y el record de su arquero, Franco Armani, con los 800 minutos (superó la marca del histórico Amadeo Carrizo) con la valla invicta.
Igualmente no puede ceder protagonismo ante un rival como Argentinos Juniors que intentará ponerle un freno a su circuito creativo y le dará pelea en el mano a mano. Es que el club de La Paternal también necesita ganar, para acallar algunas voces de descontento por los flojos resultados alcanzados en este comienzo de torneo.
Se enfrentarán este sábado desde las 20 en el estadio Monumental, con el arbitraje de Fernando Rapallini y televisado por la señal de cable deportiva TNT Sports.
Los concentrados de River.
Sendos empates sin abrir el marcador con Huracán y Belgrano encendieron la alarma en Marcelo Gallardo. Más allá de la fría estadística, que también refleja el haber alcanzado los 302 minutos sin convertir goles (el último fue el de Lucas Pratto, en el 3-0 a Villa Dálmine por la Copa Argentina), al DT le preocupa la efectividad del equipo en el rendimiento.
«Poner tres o cuatro delanteros no significa nada, porque ante Huracán no pateamos al arco. Contra Belgrano fue otra la disposición, pero solo cuentan los números y el análisis sobre el juego se deja de lado. Hubiese quedado más disconforme si no generábamos las situaciones que tuvimos en ese partido», explicó.
Los concentrados de Argentinos.
Argentinos también está en deuda. No ganó aun en el certamen, acumula cinco partidos sin poder hacerlo y como si fuera poco registra 208 minutos sin marcar goles, desde el cabezazo de Jonathan Sandoval en el 1-1 con Vélez, el 13 de mayo.
«Tengo buenos recuerdos de River. Compartí vestuario con Radamel Falcao y el Pipita Higuaín. Es el club que me formó y me permitió emigrar a Europa a los 18 años», comentó Raúl Bobadilla, el delantero que a los 31 años se dio el gusto de jugar por primera vez en la Primera del fútbol argentino. Y advirtió: «Intentaremos jugarle de igual a igual. No nos conviene especular».
Su entrenador, Alfredo Berti, dispuso el ingreso de Alexis Mac Allister por su hermano Francis, con la idea de aportar un mayor manejo de la pelota en el medio.