El futbolista ghanés Christian Atsu, se convirtió en una de las más de 45 mil víctimas de los fuertes terremotos que azotaron a Turquía y Siria, luego de ser encontrado sin vida bajo los escombros de una residencia en la ciudad de Hatay.
Atsu de 31 años, que supo militar en el Chelsea, se encontraba desaparecido desde el primer día que se produjo la catástrofe por los fuertes terremotos, falleció bajo los escombros de su vivienda.
El fatal desenlace fue confirmado por Murat Uzunmehmet, el representante del jugador de Hatayspor de Turquía, que estaba desaparecido desde que se produjeron los sísmos de 7,7 y 7,6 grados de magnitud.
El delantero, con pasado en Porto, Newcastle, entre otros clubes, falleció bajo los escombros de su vivienda en la «Residencia Ronesans», donde familiares suyos, que se habían trasladado al país mencionado, seguían desde hace días los trabajos de rescate.
El gerente de Hatayspor, Fatih Ilek, dijo que Atsu había planeado dejar el club, y había comprado un billete de avión a Francia para el mismo día del terremoto, pero desistió de ese plan tras marcar un gol en el último minuto del partido contra Kasimpasa de Estambul y canceló el viaje.
«Tenía billete de avión, pero renunció a irse porque jugó bien y marcó. Le pilló un terremoto en su día más feliz», comentó Ilek. Taner Savut, el director deportivo de Hatayspor, también quedó bajo los escombros de la residencia Ronesans, donde vivía Atsu, pero aún no se sabe nada de él. Los expertos calculan que aún hay decenas de miles de cadáveres bajo los edificios derrumbados.
La Federación turca de fútbol aprobó la retirada de las ligas de nueve equipos, incluido Hatayspor (Superliga), que perdieron jugadores o sufrieron graves daños en los terremotos.
Por su parte, Hatayspor emitió un comunicado sobre la muerte del atacante ghanés: «El funeral de nuestro futbolista Christian Atsu, que perdió la vida bajo los escombros (restos), va camino de ser enviado a su ciudad natal, Ghana. No te olvidaremos, Atsu. La paz sea contigo, hermosa persona. No hay palabras para describir nuestra tristeza».