La ciudad qatarí era la preferida de la Conmebol y los beneficios económicos que traería la realización del duelo final entre River y Boca parecía haber convencido a todas las partes.
Además, Qatar tiene la ventaja de su proximidad con Emiratos Arabes Unidos,donde el campeón de la Copa Libertadores de América jugará la próxima edición del Mundial de Clubes.
Según había trascendido, en Doha se harían cargo de todos los gastos que tengan River y Boca para traslados, hospedaje y hasta pagarían 5 millones de dólares más el premio de la Conmebol que es 6 millones de dólares para el campeón y 3 millones para el perdedor.
Sin embargo, en las últimas horas se reflotó la posibilidad de disputarlo en territorio americano y, ante esto, dos ciudades pican en punta: Miami y Medellín.
La ciudad estadounidense aparece como una posibilidad, aunque los Miami Dolphins (equipo de fútbol americano) juegan ese fin de semana como locales en el Hard Rock Stadium por la NFL y esto complicaría el asunto.
Medellín, en tanto, es la gran alternativa sudamericana, sobre todo porque Asunción, la ciudad paraguaya que aparecía como primera posibilidad en su momento, ahora parece estar dada de baja.
Además, el propio alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, fue de los primeros en postular a su ciudad para albergar la final. «En caso de que la Conmebol tome la decisión de jugar el partido de la final de la copa libertadores entre Boca y River, en una ciudad neutral, ofrecemos a Medellín como escenario de fútbol en paz», había escrito hace unos días.
River presentó su descargo en la Conmebol por los hechos de violencia que impidieron la realización del segundo encuentro final y a última hora Boca le solicitó al máximo organismo del fútbol sudamericano una prórroga hasta este jueves para responderle, algo que fue autorizado con vigencia hasta las 12 de este jueves.