El juzgado consideró probado que el ex reclutador de talentos, que hoy tiene 64 años, abusó en reiteradas ocasiones de futbolistas de entre 8 y 15 años.
Bennell, descripto por la fiscalía como un «pedófilo predador», trabajó en los clubes Crewe Alexandra y Manchester City y su nombre saltó a la notoridad a los medios en 2016, cuando el ex futbolista profesional Andy Woodward denunció haber sido abusado durante su infancia.
El técnico fue condenado por el Tribunal de la Corona de Liverpool (Liverpool Crown Court) por 43 cargos en total: de abuso sexual, violación y asalto a 11 niños de edades comprendidas entre los ocho y los 15 años.
Durante la audiencia, el fiscal calificó a Bennell, quien no estuvo presente y prestó declaración por videoconferencia alegando enfermedad, de «depredador» y de «pederasta decidido» que abusaba sexualmente «a escala industrial» de niños pequeños.
«Barry Bennell es un depredador que abusaba de jóvenes que soñaban con una carrera en el fútbol profesional», afirmó Jackie Lamb, del Crown Prosecution Service, el ministerio público encargado de manejar procesos penales en Inglaterra y Gales.
BBennell ya había sido declarado culpable por abuso a menores de edad en tres ocasiones más en el Reino Unido y Estados Unidos. Cuando tenía 44 años, tras admitir 23 cargos de abusos a niños de entre 9 y 15 años, fue condenado a nueve años de prisión.
En 2015 fue sentenciado a dos años de cárcel por abusar de un niño de 12 añosen un campamento de fútbol en la localidad de Macclesfield (noroeste de Inglaterra)