El plantel de Omar De Felippe está concentrado para el encuentro de este lunes frente a Temperley en Liniers y sufrió las dos sorpresivas y resonantes bajas debido a diferentes situaciones.
La primera salida en conocerse fue la del Burrito, quien pese a tener un año más de contrato seguramente hará uso de la cláusula de salida que le permite escuchar ofertas de otros clubes. No demasiado contento con el hecho de ser considerado suplente por el DT, que actualmente prefiere al juvenil Nicolás Delgadillo para el once inicial, el delantero seguramente volverá a jugar en el exterior.
Sin embargo, la noticia que verdaderamente sacudió las aguas en Liniers fue el alejamiento de Pavone, quien abandonó la Villa Olímpica casi a la madrugada de este lunes y será jugador de Estudiantes de La Plata a partir de la próxima temporada.
El Tanque, que había mostrado su deseo de quedarse en el club y de renovar contrato, no fue la prioridad para la dirigencia fortinera, que, según denuncia su esposa y representante, Carolina Molinari, fue a buscar otro 9 (Lucas Viatri) y, como era caro, recién ahí quiso reunirse con Pavone.
«Mariano no abandonó la concentración, se la hicieron abandonar, que es muy distinto», escribió la mujer en su cuenta de Twitter, a lo que agregó la explicación antes mencionada: «Si querían renovar hubiesen llamado antes, y no hace 4 días porque el delantero que iban a traer pidió fortuna».
Otro de los que salió a bancar a Pavone fue su hermano menor, Tomás, quien en su cuenta de Instagram hizo un sentido descargo en el que detalló que lo «mandaron a decir que dejes la concentración justo a vos que le tomaste un gran cariño al club, que fuiste un profesional con todas las letras, que diste hasta la última gota de sudor por la camiseta velezana y a la 1 de la mañana estar volviéndote a tu casa triste por los grandes compañeros».
De esta forma, Vélez pierde a dos figuras claves, sobre todo la de Pavone, que convirtió 13 goles en el torneo y fue el gran artífice para que el Fortín tome algo de aire en este torneo. En el siguiente, ya sin los dos delanteros, deberá empezar de nuevo y con el promedio acechando a la vuelta de la esquina.