El cambio de régimen económico en Argentina ha llevado a los inversores a ser cautelosos en la protección de sus ahorros. En el contexto de la crisis económica, el año 2023 presentó oportunidades para quienes se aventuraron en bonos y acciones, superando ampliamente a los plazos fijos, que ofrecieron un rendimiento del 150% en pesos.
El 2024 inicia con un dólar elevado, inflación acentuada y tasas reales negativas, generando un ambiente en el que los ahorristas buscan alejarse de los pesos en medio de la depreciación de las inversiones en moneda local.
Frente a este escenario, los expertos sugieren que los inversores consideren el mercado de bonos soberanos y subsoberanos, especialmente aquellos que ajustan por inflación o tipo de cambio. Los bonos CER se destacan como una cobertura efectiva contra la alta inflación prevista, permitiendo generar rendimientos atractivos en dólares a corto plazo.
Con la expectativa de un salto cambiario en el primer trimestre, se sugiere invertir en bonos duales por su doble cobertura. Los bonos soberanos Hard Dollar también se consideran atractivos, con bajo riesgo de desvalorización, y se prefieren las provincias con regalías o superávit fiscal para mayor seguridad.
En el mercado de acciones, se identifican oportunidades en sectores como Petróleo y Gas, Agricultura y Generación de Energía renovable, mientras que sectores como Generación de Energía no renovable, Servicios Públicos, Telecomunicaciones y Retail podrían ser más vulnerables.
En el sector Petróleo y Gas, se destaca a YPF como una opción sólida, con vencimientos manejables y acceso fácil a financiamiento local. Aeropuertos Argentina 2000 se presenta como una opción de crédito robusta debido a sus ingresos en dólares, lo que la hace menos vulnerable a las devaluaciones.
Finalmente, para aquellos interesados en Renta Fija y retornos en moneda dura, se sugiere considerar la inversión en el bono global GD35, dado el objetivo del Banco Central de acumular reservas y la necesidad de mantener un tipo de cambio real elevado para lograr un superávit sostenido en la balanza comercial.