Alarma por el desplome del consumo de combustible: la demanda cayó 8% en abril

Este descenso impacta a varios sectores, destacándose una caída del 13,7% en el segmento público, que representa el 68% del consumo total.

Análisis regional y sectorial

En contraste, en la Ciudad de Buenos Aires, el consumo de combustible aumentó casi un 2%. Este incremento se atribuye a los menores precios y al mayor poder adquisitivo de los residentes de la capital.

En cuanto a los sectores agropecuario e industrial, que representan el 11% y el 21% del consumo total respectivamente, se observó un leve crecimiento en la demanda.

Detalle de la caída por tipo de combustible

El informe del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi (IAE) señala que la reducción en las ventas de combustible se desglosa en una baja del 6,3% en las ventas de gasoil y una disminución del 10,6% en las ventas de naftas. Las ventas de gasoil ultra se redujeron un 8,2%, mientras que las de gasoil común, que constituye el 72% del gasoil comercializado, también mostraron una caída.

Además, las ventas de gasoil acumuladas en los últimos doce meses disminuyeron un 2,6% en comparación con el mismo periodo anterior.

Caída en el consumo en supermercados y autoservicios

El descenso en el consumo no se limita al sector de combustibles. Las ventas en supermercados y autoservicios también experimentaron una caída interanual del 10% en mayo, aunque esta cifra representa una desaceleración respecto al 13% de abril. En los primeros cinco meses del año, la retracción acumulada es del 8%.

El informe de la consultora Scentia destaca que los alimentos perecederos fueron los más afectados, con una merma del 20,5% interanual. Las bebidas con alcohol retrocedieron un 19,1% y las sin alcohol un 18,3%. Otros productos como los de higiene y cosmética, limpieza y golosinas registraron disminuciones de entre el 12% y el 14%. Los alimentos de desayuno y merienda cayeron un 6,5%, mientras que la categoría de alimentación en general, que incluye productos básicos, mostró la menor caída con un 1,2%.

Conclusión

El desplome del consumo de combustible y la caída en las ventas de supermercados y autoservicios reflejan una recesión generalizada en el consumo, afectando tanto a sectores específicos como al gasto cotidiano de las familias. Estos indicadores económicos subrayan la necesidad de medidas que impulsen la recuperación del consumo y estabilicen los precios para aliviar la presión sobre los consumidores y las industrias.