Referentes del sector se reunieron en la Expo Real Estate. La oferta sigue derrumbándose y propietarios e inquilinos hacen acuerdos informales con actualizaciones trimestrales
El cimbronazo político luego de la victoria de la Libertad Avanza profundizó la problemática de los alquileres en la Argentina. A tres días de las elecciones PASO el coletazo impactó en el acceso a la vivienda y se hizo sentir con fuerza dentro de un escenario que ya venía complejo: como destacó Infobae ayer, se registran aumentos de 20% mensual para quienes firmaron un contrato nuevo o extensión, otros acuerdos se dolarizaron y por fuera de la Ley de Alquileres sancionada en 2020 se pactan actualizaciones cada 3 meses.
“El mercado de alquileres está roto desde el lunes. Si antes había descalabro, ahora se complicó del todo”, le confió una fuente importante del sector a este medio en los pasillos de Expo Real Estate, evento que reúne al segmento y que se realizó hoy en el Hotel Hilton de Puerto Madero. Fue la sensación generalizada entre los presentes
Hoy, un departamento de 3 ambientes en la ciudad de Buenos Aires tiene un valor de unos $250.000 por mes, un número alto para un asalariado que también sufre por una nueva devaluación desde el lunes.
Marta Liotto, presidenta del Colegio Profesional Inmobiliario (CPI) porteño, destacó que “estamos perdiendo clientes, porque muchos propietarios terminan pactando con sus inquilinos prórrogas o hacen nuevos contratos. Estamos muy preocupados y la realidad es que cuando hay malas leyes hay malos resultados”.
La cartera de inmuebles que manejaban las inmobiliarias se redujo entre un 15% y 30% en los últimos días y gana el descontrol. Desde el lunes que los dueños prefieren renegociar con sus inquilinos, directamente.
Emilio Caravaca Pazos, presidente de la Federación Inmobiliaria de la República Argentina (FIRA), dijo que “estamos muy preocupados y esperamos que el miércoles que viene en el Congreso nacional se dé el primer paso para corregir lo que está mal. Creemos que los contratos deben volver a dos años de duración y encontrar otro tipo de ajuste que no perjudique tanto al bolsillo de los inquilinos”.
La dolarización se hace notar con más fuerza porque se fija un monto en dólares que se abona en pesos, directamente en moneda estadounidense cash, según se exige en algunos casos. “Nadie quiere perder frente a la inflación y la devaluación. Hay inquilinos que terminan aceptando ajustes trimestrales porque no consiguen una vivienda, es dramático”, describió Liotto.
Cambios urgentes
Otra conclusión de Expo Real Estate fue que se perdió mucho el tiempo porque la Ley de Alquileres, que mostró rápido que no funcionaba y no se cambió.
“Y el Congreso estuvo 3 años paralizado, no se dignaron a tratar el tema. No va a haber mucho movimiento de acá a octubre. Cualquiera sea el resultado electoral antes de fin de año, va a haber un cambio en la composición parlamentaria y eso obligará a cambiar la parálisis que vive hoy el Congreso”, señaló Iván Kerr, ex secretario de Vivienda de Mauricio Macri e integrante de la Fundación Pensar.
La ley es mala, coinciden, no hay acceso a los créditos hipotecarios para comprar y además se triplicaron los montos a la hora de hacer un nuevo contrato.
Kerr agregó que el Gobierno titubeó en cuestiones vinculadas a la defensa de los derechos a la propiedad privada. “Pusieron al propietario como el malo de la película”, resumió.
Todas las voces sostienen que hay que hay que lograr que las garantías inmobiliarias sean más económicas y los desalojos no sean tan complejos; y también buscar mecanismos para que los propietarios pongan en alquiler sus viviendas en un formato tradicional y no temporario.
En el interior también se registran fuertes aumentos, según Cavacaz Pazos. Todos los contratos que se están renegociando, o los nuevos, se celebran muy arriba del 110% que estipula el Índice de Contratos de Locación (ICL) que regula el Banco Central. Además, en las ciudades turísticas no hay oferta de alquileres tradicionales: los dueños equiparon sus viviendas y las alquilan temporalmente. “Cuesta mucho conseguir una casa para una familia, por ejemplo”, dijo.
“El Estado no tiene que intervenir en las formas de ajustes. Hay que generar seguridad jurídica, desregular el mercado y liberarlo, que las partes negocien como quieran como funciona en muchos mercados”, concluyó Kerr.