El reciente Decreto 274/2024 confirma un cambio crucial en la fórmula de movilidad jubilatoria, vinculando las actualizaciones de haberes al Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC. Este ajuste responde a la necesidad de proteger a los jubilados y pensionados frente a la inflación, abandonando el sistema anterior basado en salarios y recaudación tributaria.
Sin embargo, antes de la implementación completa de esta nueva metodología, ANSES ha anunciado aumentos y bonificaciones para abril y mayo de 2024. Todos los beneficiarios del SIPA recibirán un incremento en sus haberes, sin importar el monto percibido.
Para quienes reciben el haber mínimo, se establece un bono de $70.000 en abril, junto con un aumento del 13,2% por la inflación de febrero y un 12,5% adicional para compensar la subida de precios previa. En mayo, se espera otro aumento del 11% basado en el IPC de marzo.
La incertidumbre rodea la posible continuidad del bono en mayo, generando preocupación entre los beneficiarios que lo ven como un apoyo fundamental para enfrentar los desafíos económicos actuales.
Para aquellos que perciben haberes superiores al mínimo, el aumento también se aplicará de manera proporcional. Se espera que los aumentos sigan la misma fórmula utilizada para calcular el bono de refuerzo, hasta alcanzar los $241.283.
Estas medidas buscan aliviar la situación económica de los jubilados y pensionados en un contexto de ajustes e inflación, asegurando un aumento significativo en sus ingresos para hacer frente a los costos de vida crecientes.