Según informó el Indec, en los primeros seis meses del año la suba de precios fue de 50,7 por ciento. Fue el último dato inflacionario antes de las elecciones primarias
La inflación fue de 6% en junio y marcó así el segundo mes de desaceleración en el ritmo de aumento de precios general de la economía, tras el 7,8% de mayo y el pico de 8,4% mensual que se había registrado en abril. Según informó el Indec, de esta manera la inflación acumulada en los últimos doce meses fue de 115,6 por ciento.
Con este dato, el primer semestre del año terminó con una suba de precios en lo que va de 2023 de 50,7 por ciento. El mercado espera que este año termine con una inflación por encima del 142 por ciento, de acuerdo al Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central.
El rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas, el de mayor incidencia en la construcción del índice, registró un alza del 4,1% y fue el que tuvo un aumento menor. “Al interior de la división impactó la suba de Pan y cereales y Leche, productos lácteos y huevos”, señaló el Indec. En el otro extremo, la división de mayor aumento en el mes fue Comunicaciones (10,5%), “producto de la suba de servicios de telefonía e internet”.
Según el Indec, también tuvieron aumentos importantes “Salud (8,6%) -por aumentos en medicamentos y en las cuotas de empresas de medicina prepaga- y Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (8,1%), principalmente por las subas en electricidad.
A nivel de las categorías, los Regulados (7,2%) lideraron el aumento seguidos por el IPC Núcleo (6,5%); en tanto los Estacionales registraron un incremento de 1,8%.
Las consultoras que realizan mediciones propias de precios y el equipo económico ya esperaba para este mes un índice más bajo que en mayo, y la Secretaría de Comercio había detectado que una serie de bienes que tienen un peso relevante en la canasta básica habían tenido incrementos más leves que en mayo, lo que preparaba el terreno para una desaceleración general del IPC. La interanual, más allá de la caída de la cifra mensual, volvió a mostrar un alza por lo que permanece como el número más alto de las últimas tres décadas.
La inflación de junio en la medición que hace la Ciudad de Buenos Aires fue de 7,1 por ciento y la de Córdoba también desaceleró, hasta el 5,37 por ciento. A partir del indicador porteño, el BCRA diagnosticó que “dado que las ponderaciones de bienes y servicios entre el IPC nacional y el IPCBA son diferentes, el dato recientemente publicado implicaría una inflación que, con alta probabilidad se ubicaría por debajo del 7% mensual”, había mencionado en un comunicado.
En ese plano, luego de sostener que las mediciones nacional y porteña “tienen diferencias significativas” en su metodología y cobertura, “el 6,5% es sólo una variación estimada”. Incluso llegó a arriesgar que ese 6,5% era, en realidad, un techo: “Teniendo en cuenta que los servicios regulados (en particular, electricidad y transporte) registraron en CABA subas superiores a las estimadas para el resto del país, el nivel general de inflación a nivel nacional podría ser incluso inferior al 6,5%”, había estimado el viernes pasado la autoridad monetaria.
En el Banco Central consideran que el nivel actual de tasa de interés, que quedó determinada tras el dato de inflación de abril, seguirá en terreno positivo. Los depósitos en los pesos en los bancos dan un interés de 7,7% efectiva, por lo que de acuerdo a las estimaciones del REM, tanto en junio, como en julio y agosto ese nivel de tasas no requiriría un reajuste adicional.
Ese sondeo general entre bancos, consultoras y fondos de inversión también arrojó como conclusión que para el mes en curso el mercado espera también una desaceleración del nivel de inflación general (de 7,8% a 7,6%) y del IPC núcleo (de 7,9% a 7,2%), que no toma en consideración los precios regulados y estacionales.
Algunas consultoras registraron para junio un fenómeno similar y en ciertos casos habían ubicado su medición particular de precios por debajo del 7 por ciento. EcoGo advirtió que aúnno hay elementos para concluir, por el momento, que haya una tendencia marcada de desaceleración. “El nivel al que se encuentra el índice es preocupante y lejos estamos todavía de poder hablar de una tendencia firme producto de un cambio en la dinámica inflacionaria”, concluyeron.