La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha ajustado sus previsiones para Argentina, proyectando una inflación del 250,6% para el año en curso, superando la cifra prevista anteriormente de 93,5%. Además, se anticipa una contracción económica del 2,3% en 2024, en comparación con la estimación previa del 1%. Para 2025, se espera que la inflación disminuya a 64,7%, y se proyecta un crecimiento económico del 2,6%.
El informe de la OCDE destaca que la inflación elevada y un ajuste fiscal significativo provocarán una disminución en la producción de Argentina en 2024, antes de que se recupere en 2025, cuando las reformas comiencen a surtir efecto. Se menciona que la inflación en Argentina y Turquía distorsiona la media de los precios al consumidor para el G20, ya que ambos países experimentan tasas de inflación excepcionalmente altas debido a políticas macroeconómicas laxas en el pasado.
La OCDE también prevé que Argentina será el único país entre los seleccionados con una contracción económica en 2024, mientras que la economía mundial crecerá un 2,9%. La inflación más elevada en 2024 se espera en Argentina, seguida por Turquía, con otros países manteniendo cifras de un solo dígito.
Estas proyecciones coinciden con el pronóstico del Fondo Monetario Internacional (FMI), que revisó a la baja su estimación de crecimiento para la economía argentina, anticipando una caída del 2,8% en 2024 y un crecimiento del 5% en 2025. El FMI atribuye esta disminución a los ajustes de política implementados para restaurar la estabilidad macroeconómica. Se prevé que la inflación mensual en Argentina sea de un solo dígito a mediados de año, con una subida acumulada de alrededor del 150% al cierre de 2024, comparado con el 211% de 2023.