En la más reciente reunión del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, no se logró un acuerdo entre empresarios y sindicatos, lo que llevó al Gobierno a anunciar que definirá un aumento por decreto.
Salario Mínimo: no hubo acuerdo y el Gobierno lo fijará por decreto
La falta de consenso en esta sesión, que reunió a 32 representantes de gremios, empleadores, el Estado nacional y los gobiernos provinciales, refleja la complejidad de las negociaciones en un contexto económico desafiante.
Un salario básico en niveles históricos bajos
El salario mínimo actual se encuentra en el nivel más bajo de las últimas tres décadas. La reunión se caracterizó por intensas discusiones técnicas sobre una propuesta de actualización, seguida por una sesión plenaria ordinaria del Consejo del Salario. Sin embargo, tras dos horas de deliberación, Martín Huidobro, titular del Consejo por parte de la Secretaría de Trabajo, informó que no se alcanzó un acuerdo unánime y que el aumento se determinará por decreto en las próximas horas.
El encuentro anterior del Consejo en abril también concluyó sin consenso, lo que llevó al Gobierno a definir un aumento del 15% en dos tramos. Este incremento elevó el salario mínimo de $202.800 a $221.052 en abril y a $234.315,12 en mayo para trabajadores mensualizados. Para empleados jornalizados, la hora pasó de $1.014 a $1.105,26 en abril y a $1.171,58 en mayo.
Poder adquisitivo en caída libre
El poder de compra del salario mínimo ha disminuido considerablemente, con una caída del 32,1% desde noviembre del año pasado. Según el Centro de Investigación y Formación (CIFRA) de la Central de los Trabajadores de la Argentina (CTA), los aumentos nominales del 60,5% no han sido suficientes para contrarrestar una inflación proyectada superior al 136% en el mismo período. Además, el salario mínimo real en 2024 es un 53,1% menor que en 2015, situándose en niveles inferiores a los de la década de 1990.
El informe del CIFRA subraya que el salario mínimo ha perdido su rol como piso salarial, similar a lo que sucedió durante la mayor parte de la década de 1990, cuando las políticas de desregulación y flexibilización del mercado laboral redujeron su eficacia.
La decisión final del Gobierno respecto al incremento del salario mínimo se espera con gran anticipación, en medio de un contexto económico complicado que afecta tanto a trabajadores como a empleadores.
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