A los 29 años, el uruguayo Matías Valdez dejó atrás su vida de tambero y camionero para dedicarse a la música. En plena pandemia, una oportunidad inesperada lo impulsó a seguir su sueño, y hoy recorre los pueblos argentinos llevando su cumbia romántica a un público que lo recibe con fervor.
Del campo al Gran Rex: la historia de Matías Valdez, el camionero que conquistó Argentina con su cumbia
Matías Valdez, de 29 años, tenía una vida común en Uruguay: trabajaba como tambero en el campo familiar y luego recorrió rutas como camionero durante tres años. Sin embargo, un sueño latente y una propuesta inesperada lo llevarían a cambiar su vida de manera radical. Hoy, sorprendido y agradecido, recuerda cómo la pandemia abrió una puerta que parecía imposible de cruzar.
Oriundo de la ciudad de Florida, Uruguay, Matías siempre estuvo ligado a la música. Formaba parte de pequeñas bandas con amigos, tocando gratis en bares de la zona. Pero un día, en medio del desánimo general de la pandemia, una productora lo contactó para liderar un grupo de cumbia. “Ya tenía casa, auto, y estaba en plan de familia. Sentía que el tiempo para soñar había pasado, pero de repente llegó esta propuesta seria, la que siempre habíamos buscado”, comentó el cantante.
La canción “Quédate” marcó el inicio de su carrera. Su rápida viralización los puso en una encrucijada. “Nos tiramos al pozo juntos, pensando que, si no funcionaba, inventaríamos otra cosa. Pero salió bien, y ahora tratamos de que dure”, confesó Valdez. Su éxito se consolidó en 2023 al llenar el Teatro Gran Rex en Buenos Aires, algo que nunca imaginó posible.
Aún sorprendido por la repercusión, Matías recorre con su banda los rincones más alejados de Argentina, donde el público lo recibe con un cariño único. “Nos asombra la euforia de la gente acá, son más demostrativos que en Uruguay. Hacen que los shows sean más divertidos, más alegres”, explicó el artista, quien destacó cómo el público argentino ha hecho su música parte de su vida.
Para Matías, cada show es una nueva oportunidad de agradecer. “Nos brindaron una realidad hermosa. Cuando cierro los ojos al cantar, me traslado a lugares donde nada malo pasa. La gente es 100% responsable de que hoy estemos acá”, reflexionó el cantante, quien dejó el campo y el camión para vivir de la música. “Nos anima a soñar un poco más cada día, y esperamos que este sueño siga creciendo.”