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ACTUACION

Es juninense, se mudo a Islandia y brilla en la serie de HBO True Detective

“Fue una experiencia gigante” destacó Pablo Frana en una entrevista con el diario Clarín. Su encuentro con Jodie Foster, el vínculo de Messi con el programa y por qué eligió Reikiavik para vivir.

Espectáculos

“Mayonesa. Pónganle mucha, gente. No escatimen. ¿Quieren ver el producto final?”, pregunta a la audiencia el biofísico Molina, el personaje de Pablo Frana, en el comienzo del primer episodio de True Detective: Night Country. La cuarta temporada de la afamada serie de 2014 fue estrenada el domingo 14 de enero en HBO y HBO Max.

El juninense es, posiblemente, el actor argentino que más veces dijo la palabra “mayonesa” en la historia de HBO.

Su énfasis en la popular salsa menorquina está justificado: unas pocas escenas después, la agente que interpreta Jodie Foster deduce a partir del aderezo -“parece jarabe”, dice- cuántos días pasaron desde que Molina/Frana hizo el sánguche.

Parte I: True Detective

Incluso los televidentes que no finalizaron el episodio vieron la escena de Frana. Su personaje, que forma parte del disparador de la trama, aparece antes de los primeros cinco minutos de programa.

Es por eso que en redes -y en su teléfono- muchos argentinos le hicieron notar lo orgullosos que estaban por su sorpresiva aparición en el estreno de TV más importante en lo que va del año.

El juninense en el rodaje de True Detective 4. Foto: Pablo Frana

“Fue eso, una aparición”, dice Frana al periodista Nicolás Mancini del diario porteño Clarín desde su departamento islandés por el cual puede ver auroras boreales a través de la ventana.

A pesar de aparecer tan solo unos segundos, su personaje tiene diálogos en inglés y español y su rostro luego se ve en fotos.

En la cuarta temporada de True Detective, desarrollada en seis episodios y de argumento completamente independiente a los de las otras tres, las detectives Liz Danvers (Foster) y Evangeline Navarro (Kali Reis) investigan la desaparición de ocho hombres de la Estación Ártica Tsalal. Uno de ellos es Molina.

 

-¿Cómo llegaste a True Detective?

-Me presentó una agencia. Primero me dijeron: «¿Te interesaría hacer un casting?». Era algo corto, pero jamás hecho acá en Islandia. Y les contesté que no, no sé por qué. Pero después me mandaron el guion y me pareció divertido, tenía que improvisar.

Sobre el proceso de casting, el actor de 38 años describió: «Estaba viviendo en una habitación que tenía una ventanita que daba a la pared. Fui y me compré un sánguche en el supermercado (tenía que ser algo con un sánguche), hice tres tomas, a la directora le gustó, me dijeron que sí y listo».

El rodaje, desarrollado íntegramente en Islandia, fue de ensueño. “Estuvo re divertido, fue una experiencia gigante, enorme”, destaca. “Fue muy productivo desde muchos puntos de vista. Pero sobre todo desde el punto de vista humano. La humildad. Trataron igual al que dice ‘Hola’ o aparece de perfil y eso es lo que más me quedó”.

Frana trabajó durante nueve días en un set gigante. Salvo por un par de viajes técnicos a Inglaterra, prácticamente no tuvo que moverse de su casa. Por eso pudo seguir trabajando en el hotel en el que hoy en día se gana la vida.

La directora, la mexicana Issa López, lo trató “como si fuese un actor normal. No hacía ningún tipo de diferencias”.

El día de la escena de la mayonesa Pablo tuvo que improvisar y repetir la toma ocho o nueve veces. En todas decía más o menos el mismo diálogo.

Cuando decía el diálogo quienes estaban detrás de cámaras reían y le decían que siguiera “por ahí”. López, que dirigía hablando en inglés, se le acercó para darle indicaciones en su idioma nativo. Esto le sirvió para ver las cosas «desde otro lado» y terminar de pulir el tono del personaje.

“Fue muy divertido, muy ameno, no sentí ninguna presión en ningún momento. Fue realmente muy muy bueno”, reconoce el actor.

Ese día, Pablo tenía tan solo dos horas de sueño, ya que había trabajado en el hotel durante toda la noche. Cuatro meses antes le habían ofrecido estar en la recepción por la noche y él, a sabiendas de que “era mala idea” pero sediento de aventuras, se dejó llevar por la idea de vivir una nueva experiencia y aceptó.

“Al mes quedé en True Detective y dije: ‘Esto va a ser un problema’. Y sí, efectivamente. Dos días antes de filmar trabajé toda la noche y dormí dos horas. Era un zombie”, admitió.

La producción solo le dio para que estudiase las escenas en las que finalmente aparece (más allá de alguna que otra extra que lo ayudó a ponerse en contexto).

Como nunca le avisaron de qué se trataba la historia, el trabajo requirió que diera todo de sí: “Como actor te lo tenés que imaginar, poner mucho de vos. No sabés de qué va el contexto general de la escena más amplia. El contexto de hoy es este y punto”.

-¿Conociste a Jodie Foster?

-Sí, el último día de rodaje. Hablamos dos segundos. Una divina, normal. Me reconocía como Molina. El día que la vi, que fue cuando López nos quería saludar, no sabía que iba a conocerla, entonces no llevé el teléfono y no pude sacarme una foto. Ella estaba ahí en el set.

Eso sí: si bien no dialogó extensamente con la estrella del programa, sí le regaló al pueblo argentino un plano compartido entre Lionel Messi y la protagonista de El silencio de los inocentes.

En un plano, Foster se para delante de una heladera con fotos de los científicos de la estación. Una de ellas es la de Molina/Frana vestido con la camiseta de Argentina, al lado de una imagen del diez de la Selección.

En resumidas cuentas, el rodaje fue muy tranquilo y “orgánico”. Pablo se terminó llevando muy bien con el elenco -la mayoría mujeres provenientes de Alaska, Londres y Canadá-, y hasta salió a tomar algo con todo el equipo de producción.

Parte II: Islandia

Pablo nació en Azul, provincia de Buenos Aires, aunque se crió en Junín. También vivió en Palermo, CABA. Es profesor de artes con orientación de teatro. Trabaja de lo que estudió, pero también en el área de recepción de un hotel islandés.

Llegó a Islandia desde Italia hace aproximadamente dos años. Lleva tres meses viviendo en el departamento cuya ventana da al cielo de Reykjavik. Sin embargo, aunque el destino que eligió es exótico y llegó allí proveniente de otro territorio europeo, Pablo no es un trotamundos.

-¿Cómo llegaste a vivir en Islandia?

-Se trató de una idea de mi hermana. En la pandemia volví a Junín y ella estaba en Australia. Me dijo que iba a hacer la ciudadanía italiana y que la acompañara, y fui. Viví ahí 3 o 4 meses. No había tantas oportunidades de trabajo en ese momento. Era Islandia o Noruega para trabajar de lo que sea. Entonces nos contrataron desde acá y nos vinimos desde Italia.

«La decisión de ir a Islandia no la tomé porque quería explorar, sino por el presente de nuestro país, que por ahí no era muy prometedor. Cosa que a mi me duele un montón», reflexiona.

«Mi hermana me dijo: ‘Probá otra cosa, salí de ahí, tené otra experiencia”. Yo me fui de Argentina pensando en que no iba a volver. El hecho de irme fue medio bajón desde ese punto de vista. Se eligió Islandia porque salíamos del COVID y no había tantas opciones», comentó.

“¿Por qué no me quedé en Italia o no fui a España? Porque es más o menos lo mismo que Argentina en términos de contexto laboral. Viví como actor y modelo en Italia, como un trabajador convencional en hospitality… Es como que acá (en Islandia) se reconocen otro tipo de cosas, que por ahí yo, personalmente, en Argentina, desde otro punto de vista, no lo he vivido tanto».

-¿Fue por un tema de crecimiento laboral?

-En un año no falté nunca al trabajo y enseguida me preguntaron si quería ser supervisor. Nunca me pasó que se me reconociera así, desde mi perspectiva absolutamente personal. Mando un CV a tres escuelas y las tres te llaman para trabajar. ¿No sé el idioma? «Bueno, no importa, aprendés», te dicen.

Pablo cuenta que dio clases en varias cárceles argentinas y que su historia a la hora de conseguir trabajo en su país natal «no fue tan fluída». «No es que tire mierda, para nada, pero en mi caso por ahí me va un poquito mejor acá».

Sus primeras semanas en Islandia fueron difíciles. Su familia y amigos resultaron “importantísimos” para que pudiese adaptarse.

“No es fácil vivir acá. Este invierno por ejemplo en contexto islandés es hermoso. Pero la primera vez decir que vi el sol una vez en tres meses es mucho. Viento, lluvia y nieve y así. Tres o cuatro meses. El pasado un poquito mejor, es el calentamiento global…”.

 

Su fanatismo por Messi llevó a la figura del 10 a True Detective. Foto: Pablo Frana

Su hermana y otro hermano también viven en Islandia. Pablo empezó su carrera laboral en ese país trabajando en el área de desayuno del hotel en el cual sigue estando.

Mientras tanto, envió currículums para trabajar como profesor de artes y lo aceptaron “al toque”. Lo mismo hizo con el reel y portfolio de sus trabajos como actor y modelo, y por eso terminó haciendo, entre otras cosas, publicidades para Italia y la ya comentada aparición estelar en True Detective.

-¿Es caro Islandia?

-Es caro, sí, aunque es totalmente diferente a la Argentina en relación a cuánto podés ahorrar o no. Acá vas a ahorrar, teniendo el trabajo que tengas.

-¿Cómo impactó en tu casa la erupción del volcán de Grindavik?

-Acá se toman todos los recaudos, pero no hay una locura del tipo «nos vamos a morir todos», nada que ver. Si te acercás a 15 km podés ver el humo.

Pablo además trabajó como modelo y actor de publicidades. Foto: Pablo Frana

Recordemos que hace unos días, el volcán de Grindavik erupcionó por segunda vez en menos de un mes y arrasó casas y el Gobierno se vio obligado a evacuar a 4000 personas. La ciudad está ubicada a 40 kilómetros de la capital.

En los dos años que lleva residiendo en Islandia, Pablo vivió tres erupciones. Dos veces a 20 kilómetros de su casa y la de ahora. “Los días previos, y más el (volcán) anterior, cuando se hicieron las rajaduras en la ciudad, se movió todo”.

-¿Cómo te ves de cara a los próximos años?

-Por lo menos un año más seguro viviré acá, pero siempre queriendo volver a Argentina. Estoy más cómodo. La adaptación ya es un poquito más fácil que el año pasado y el anteaño, que los viví con angustia. Pero uno ya se acostumbra. La familia es importante.

Tras su actuación en True Detective, a Pablo le gustaría trabajar en su país. “¡Ojalá!”, exclama ante la posibilidad, a la vez que afirma que de momento no quiere dejar por nada en el mundo su trabajo en el hotel: “Me siento muy bien y me pone los pies sobre la tierra”.

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